José Antonio Santamaría García.
“Se trata de una pequeña posa, cepo, peto,
calvario, etc, etc, que tanto abundaron por los caminos de España y ya van
desapareciendo”.[1]
Fotografía. Hornacina del
Cristo del Cardón según su fisonomía actual. Fuente:
©Santamaría2010.
“En los últimos años del siglo XVIII se
construiría el humilladero, junto a dicho cruce viario, colocándose una cruz o
una imagen de Cristo al filo del camino, dentro de las tierras de la huerta,
entonces ya conocida como del Cardón, y de ella tomó el nombre de Cristo del
Cardón”.[2]
El edificio en si carece de cualquier
significación histórica relevante, pues ha sufrido múltiples reformas, que lo
han adaptado a los modismos populares, habiéndolo dejado, la última de ellas,
en un acabado tipo ladrillo visto, conseguido mediante el alicatado de todo el
conjunto.
Eso sí, los orígenes de ese singular
edificio tenemos que remontarlo al siglo XVIII, quizás podría coincidir con la
desamortización o desuso de la capilla del Santísimo Cristo del Cerro.
Lo que
sin lugar a duda si merece la pena examinar más a fondo es la imagen que
descansa en su interior, pues la imagen en si aparte del gran valor simbólico
que le dan los vecinos del pueblo es una obra de arte digna de mención.
Existe un inventario de los enseres que se encontraban en otro edificio religioso de nuestro municipio, en concreto la Ermita del Santo Cristo del Cerro, en el que se cita expresamente a un cristo pintado en una cruz.
Guede Lisardo recoge la información de
Madoz y añade un inventario “Ymbentario de las Alajas, Ropas, Ymagenes, y
Muebles de la Hermita
del SSmo. Christo del Serro”[3].
Fechado en 8-I-1815. Entre el inventario, más extenso, nos interesa destacar las
“Ymajenes” recogidas en este inventario, se cita: “…El santo Christo del Serro
pintado en una Cruz de Madera guarnesido con flores… Otra ymagen de San Antonio
Abad de la misma talla (de media vara)…[4]”. Es factible que esta cruz pudiera ser la citada por las fuentes.
Descripción de la pieza:
En primer lugar hemos de decir que no
hemos podido examinar directamente el objeto en cuestión, por lo que solo podemos
hacer un análisis muy superficial y somero del objeto.
Esta pieza se corresponde con una cruz
realizada por listones entrecruzados, desconocemos el tipo de madera, aunque es
de suponer que sea madera de uso común sin ninguna característica especial,
presenta la pieza un estado de conservación bueno, aunque es casi seguro que el
paso del tiempo y el hecho de que se encuentre en un espacio cerrado con poca
ventilación y en el que se encuentran varios cirios o velas permanentemente
encendidos haya originado una capa de hollín que oscurezca la pieza, la cruz es
del tipo latina, y actualmente descansa sobra una peana también de madera.
Esta pieza se encuentra decorada con dos
imágenes directamente pintadas sobre la madera, entendemos que la técnica decorativa
ha de ser al óleo, la iconografía es un tema muy común en el arte religioso
cristiano, nos referimos a la crucifixión de Jesús en el monte calvario, el
autor ha sabido plasmar y encajar este motivo iconográfico prescindiendo de la
mayoría de los personajes, pero dejando lo fundamental cristo crucificado y su
madre la virgen María a los pies de su martirio con una expresión que denota
gran pena y grandes dosis de resignación por lo inevitable del momento, cuando
ya esta todo perdido.
La imagen de la virgen la encontramos
vestida con los atuendos y colores típicos, túnica rosa granate, y velo blanco
y sobrevelo color azul. Esta figura presenta una cara de angustia y sufrimiento
muy bien conseguida, transmite sensaciones, cejas arqueadas, presenta los brazos
sobre el pecho con las manos abiertas pero unidas, sobre su pecho lleva clavado
un puñal que simboliza y remarca aun más la pena y dolor tan profundo de la
situación relejada en la escena.
La imagen que lo absorbe todo, pues es
mucho mas grande y motivo decorativo central, es un cristo crucificado, presenta
esta algunas características muy concretas, en primer lugar este cristo se
encuentra cubierto con un trapo amplio, muy amplio ricamente pintado con muchas
arrugas, dándonos relieve y volumen, es un cristo de 3 clavos, las piernas se
encuentran ligeramente flexionadas y se encuentran clavadas directamente sobre
la cruz sin escalón de apoyo, el pie derecho descansa sobre el izquierdo, la
cabeza descansa echada hacia delante y
ligeramente inclinada a la derecha, es un cristo ya muerto, destaca la casi
nula presencia de sangre, pero lo mas significativo quizás es el halo de luz
dorada que envuelve la cabeza, esto es un claro recurso técnico muy utilizado
durante el barroco en el movimiento o técnica tenebrista.
Fotografía. Cruz de madera pintada, que se encuentra dentro de la Hornacina del Cardón.
Fuente: Salvador Herrera.
La pintura es plana, sin embargo el autor
ha conseguido sensación de relieve con el juego de arrugas de los paños, dejándonos
las figuras destacadas sobre un fondo oscuro que casi podría pasar
desapercibido al espectador, si no fuera porque tiene unos limites claramente
definibles.
Fotografía. Parte baja o Base de la cruz que esta dentro de la hornacina
del Cardón, es una cruz de madera con peana de madera, con un cristo
crucificado pintado. En la base de la cruz se aprecia la imagen también pintada
de una Virgen Dolorosa.
No es una obra maestra del arte
universal, pero no podemos quitarle méritos artísticos al autor de la misma. Concluiremos
diciendo que la pieza se podría enmarcar dentro de un periodo artístico
encuadrable en el barroco, con ciertas influencias tenebristas que se encuentra
perfectamente conseguido con el claro oscuro de cruz oscura con figuras
ataviadas con colores mucho mas claros.
Además es casi con toda seguridad la
pieza histórica de carácter religioso y de culto más antiguo conservado en
nuestro pueblo, pues parece que sobrevivió a la quema del año 1931, gracias a
vecinos de la zona que la ocultaron a tiempo.
“Así quedo hasta su destrucción en el
revuelo trágico del 14 de Abril de 1931. Entonces el cristo del Cardón fue
escondido en un horno del pueblo, hasta que pasara la furia vandálica”[5].
Otra versión trasmitida, oralmente, comenta que la cruz sobrevivió clavada debajo de la mesa en una casa del pueblo.
P.D. La foto original tiene muy poca resolución por eso se ve tan mal.
[4] Baquero
Luque, José.: “Toponimia del término
municipal de Alhaurín de la
Torre. Málaga”
Pág. 78.
[5] De Mersseman y Triten,
Alberto: “Alhaurín de la Torre, Bosquejo Histórico”.
Obra Cultural de la Caja
de Ahorros Provincial de Málaga. Málaga, 1967. Pág. 85.
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