Este
texto formó parte, en su día, de un trabajo más extenso que realice en
el 2010, hoy hemos creído interesante extraer este pedacito y publicarlo
para darle difusión.
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Molino La Borda I.
“Lo recibio Juan Garrote, escribano del
cabildo de Málaga, estaba situado por debajo del sitio de Diego Muñoz, en la
huertas conocidas hoy como Los Callejones”.[1]
“Molino de la Gorda, (1676). Pronunciación
popular del apellido de Alfonso Amate la Borda y sus herederos, marqueses de Guadacorte,
propietarios del mismo”.[2]
Fotografía. Detalle del alzado de la acequia en las inmediaciones del molino
de la Borda
tomadas desde la carretera Ma-9001. Fuente: ©Santamaría2010
Los restos que se aprecian de este molino
deben de corresponderse con el tipo más común conocido como de alzado vertical
o de rodezno horizontal, de este molino solo se conservan o hemos podido
apreciar los elementos constructivos que se corresponden con el sistema
hidráulico, sin embargo no hemos podido documentar ningún resto del sistema
mecánico.
Se inicia esta construcción con un resto
bastante bien conservado de la acequia, cao, caos, cuz o caz, o tajea que
dirige el agua hacia su estructura hidráulica, tiene un trazado totalmente
recto, con una orientación noreste. Presenta sus paredes laterales un ancho de 0,31 m. el caudal 0,75 m. y la
otra pared lateral 0,31 m. Y un calado o profundidad de 0,60 m. en su parte de inicio
conservado y en la zona de la rotura difiere sensiblemente de estas medidas
lateral de 0,33 m.
revestimiento de cerámica de 0,02
m. (de 2
cm.) caudal de 0,75 m. y lateral de 0,33 m. Su calado o
profundidad sigue siendo el mismo 0,60 m.
En este primer tramo presenta una longitud de 17,00 m. hasta la parte
donde sufre una rotura, para pasar una tubería moderna, con una longitud la
parte perdida de +/- 1,20 m.
continuando su trazado tenemos una distancia hasta el arco de 2,60 m. Y desde aquí hasta donde hemos podido
documentarla 11,00 m.
más. Contamos en total en este fragmento de canalización con unos 32,00 m. conservados.
Fotografía. Detalle del alzado de la acequia en las inmediaciones del molino
de la Borda
tomadas desde la carretera Ma-9001. En esta foto podemos apreciar las distintas
hiladas o tongadas de tapial. Fuente: ©Santamaría2010
Las coordenadas U.T.M. de este fragmento
son x= 360477 Y= 4059219 z= 77 msnm para su parte de inicio mas externa. En la
parte de rotura son x= 360479 y= 4059235. z= 77 msnm. Hemos de decir que la
altura de la acequia varia sensiblemente y aumenta conforme nos dirigimos a los
distintos cubos o escubos, así en el origen conservado de la acequia cuenta con
un alzado, en la parte externa, que da a la carretera, de 2,40 m. y en la otra
cara, la interna, de tan sólo 0,90
m. En la parte donde se encuentra el arquito las medidas
aumentan y son las siguientes, parte externa 2,53 m. y en su cara interna 1,81 m. y las coordenadas de
este espacio son x= 360473 y= 4059251 y la z= 77 m.s.n.m.
En este lienzo de acequia podemos
apreciar varias características muy significativas y de especial importancia. La
acequia en sus inicios se encuentra realizada mediante la técnica de tapial.
Existen varios tipos de tapial según la
composición de estos, consideramos que el representado en esta estructura se
debe de corresponder con el subtipo cal y canto o calicanto, que es el
realizado con mortero variable de cal y arena con una presencia significativa
de mampuesto formando tandas o tongadas; el remate final del enlucido externo
queda liso ocultando los mampuestos. Este tipo de técnica constructiva puede
darnos un primer elemento de carácter cronológico, “post quem” pues es
habitual su uso durante el periodo almohade, que lo ponen de moda, aunque su
utilización perdura en el tiempo hasta nuestros días.
Fotografía. Detalle del alzado del muro
de la acequia a la altura del cubo del molino de la
Borda I, obsérvese en primer término la
técnica de tapial y en segundo término el paramento de sillares que en su
momento estuvo enlucido y encalado. Y que en algunos puntos conserva pintura
roja o almagra.
Fuente: ©Santamaría2010.
Con posterioridad apreciamos otros
fragmentos de muros de la acequia que están realizados con sillares
rectangulares perfectamente escuadrados y alineados, unidos con mortero Y un
tercer momento representado sobre todo en sus partes altas que se corresponde a
arreglos con piedras más pequeñas y menos regulares.
Todo el conjunto presenta un enlucido y
posteriormente un encalado o pintado de blanco, en este primer fragmento
apreciamos varias circunstancias importantes, aparece en algunas secciones de
la tajea o del caos un recubrimiento cerámico de unos dos centímetros de
grosor, presenta las paredes internas de la acequia restos de haber estado
pintado en rojo más bien color almagra “colorao”.
En general la acequia muestra por lo
menos hasta cuatro momentos constructivos claramente identificados y que se
deben de corresponder con cuatro momentos cronológicos perfectamente definibles:
1. Estructura de tapial del tipo cal y canto,
es en este primer momento donde pensamos que debe de utilizarse o ponerse en
funcionamiento junto con los restos de acequias que se excavan en la roca.
2. Muros de sillares rectangulares con enlucido.
3. Fases de reparación de las partes altas
con un tipo de argamasa rica en piedras de pequeño mediano tamaño, con un
acabado muy pobre, en algunas partes este momento de reparación es sustituido
por la utilización de ladrillos rectangulares, en la zona de acueducto que va
al Molino Colorao.
4. Restos de acequias, en las partes bajas del
molino Colorao realizadas o reparadas con hormigón contemporáneo.
1. El tapial no es una técnica
constructiva estrictamente musulmana, existen testimonio de hecho en otras
culturas anteriores, pero es cierto que su implantación y momento de eclosión se
debe al momento en que el imperio almohade absorbe los restos del reino almorávide,
su intrusión en tierras andalusíes se inicia sobre el 1147 y se termina o
consolida sobre 1172
2. Directamente unido a estos restos de
muros de tapial observamos lienzos de muros de cuerpo sólido y macizo realizado
con sillares rectangulares perfectamente escuadrados unidos con argamasa y una
capa de enlucido, a simple vista estos restos se corresponden con un arreglo de
envergadura de la acequia.
A este respecto hemos de comentar que
años antes de la caída de la
Málaga musulmana y las zonas aledañas del Valle del
Guadalhorce, las tropas cristianas realizan expediciones de internamiento en
territorio musulmán con el único objetivo de destruir y mermar la economía de
las zonas fronterizas de al-Andalus, con el fin de ir eliminando la
resistencia, para posteriormente pasar a la conquista, son las llamadas
Razzias, realizan la política, cuando se retiran, de la tierra quemada, talan
árboles, ciegan pozos destruyen acequias y edificios…
“Ardieron
las viñas y olivares de Álora y Cártama y la tala que se hizo en la Hoya no tiene más precedente
que alguna lejana convulsión geológica… La Vega se convirtió en un desierto y no quedó
molino ni brizna sin quemar ni aplastar…” [3]
primavera de 1484.
Fotografía. Detalle del rebosadero o aliviadero del Caos o Tajea, justo antes de donde debía de estar el escubo
del molino de La Borda I.
Fuente: ©Santamaría2010
Quizás esta reparación se deba a los
destrozos causados por esas expediciones
dañinas que desembocan en la despoblación de la Alquería de Laulín y a la necesidad de poner en
funcionamiento esas acequias tras los repartimientos de tierras y molinos de
Alhaurín de la Torre
comenzado por Cristóbal Mosquera y Francisco de Alcazar y terminado por Juan
Alonso Serrano en Diciembre de 1495.
3.
Un tercer momento constructivo seria el representado en las partes altas, que
es más chapucero peor acabado, este tercer cuerpo se superpone a los dos
primeros, por lo que ha de corresponderse cronológicamente a un momento
posterior de reparación del trazado de la acequia, o de reelevación del calado
de la acequia por la colmatación de la
misma, que refleja cuando menos un abandono o una falta de obras de
mantenimiento correcto.
4. La cuarta fase apunta a reparaciones de época
moderna de las estructuras. Hecho lógico si tenemos en cuenta la perduración de
su funcionalidad en el tiempo.
Fotografía. Detalle del rebosadero o aliviadero, y a su izquierda y abajo
el rebosadero más antiguo amortizado. Obsérvese los dos momentos constructivos
claramente identificados. Fuente: ©Santamaría2010
Otro elemento significativo y que aparece
por dos veces en este paramento es la figura de el aliviadero o rebosadero,
apreciamos un primer ejemplo parcialmente tapado o cubierto por el enlucido que
nos indica que se encuentra amortizado y a pasado a formar parte de la propia acequia como
elemento constructivo, este primer rebosadero se correspondería con la primera
fase constructiva de tapial y que lo situamos cronológicamente en época
almohade. Algo más arriba 0,50
m. y a la derecha del anterior encontramos otro
aliviadero algo más grande perfectamente conservado. Las coordenadas U.T.M. de
este punto son las siguientes x=360485 y= 4059240.
Fotografía.
Edificio de dos plantas, que se encuentra en la trasera de Embutidos Rene, que
posiblemente se debe de corresponder con el espacio que ocuparía la maquinaria
del molino La Borda I.
Fuente: ©Santamaría2010
Fotografía. Detalle
del arco decorativo conservado justo antes de que la acequia se pierda dentro
de embutidos Rene. Santamaría2010
Los aliviaderos solían ponerse justo
antes de la ubicación de los cubos o escubos, y servían para desviar o desaguar
el agua en caso de parada técnica o parada del molino.
Del escubo de este molino no sabemos nada
o no se ha conservado, y del resto de la maquinaria tampoco, aunque sospechamos
que debió de corresponderse con una estructura de forma cuadrangular y de dos
pisos que se encuentra por la parte trasera de la Fábrica de Embutidos Rene.
Coordenadas U.T.M. siguientes x=360487. y= 4059253.
El estado de conservación de los restos
en general es aceptable, aunque es mejorable, haría falta la eliminación de la
vegetación que enraíza e invade algunos fragmentos, en especial alguna higuera,
cuyas raíces se han incrustado dentro de la propia estructura, desencajando
bloques de piedras y haciendo peligrar la integridad del muro.
(1)De Molina Bautista,
José Manuel: “Historia de Alhaurín de la Torre en la Edad Moderna, 1489-1812”. Pág. 62.
(2)AHPM, leg. P-2572,
fol. 951) en Baquero Luque, José.: “Toponimia del Término municipal de Alhaurín de la Torre. Málaga”. Pág. 117.