Os dejo la noticia que ha dado el ayuntamiento en su página web y redes sociales.
Concluye una nueva intervención arqueológica en el yacimiento de El Cortijo del Almendral
El especialista José Antonio Santamaría realizó en agosto esta actividad preventiva y encuentra restos tardo-almohades de los siglos XII y XIII, aún anteriores a los descubiertos en 2019 y 2020
Durante el pasado mes de agosto, el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, ha promovido una nueva actividad arqueológica en el piedemonte de la Sierra de Cártama, en una clara apuesta institucional por la protección de nuestro rico patrimonio. Este enclave, situado en las inmediaciones del antiguo Cortijo del Almendral, es muy conocido por ser el lugar del hallazgo de dos inscripciones romanas, sobre las cuales hubo un importante debate durante el siglo XIX y XX, pues una de ellas hacia una posible referencia al municipio de ‘ILURO’. Y es que, sobre dicho topónimo, los historiadores de la época intentaron casar con el origen de nuestro municipio (Lauro Vetus) y de nuestro vecino Alhaurín el Grande (Lauro Nova), si bien siempre resultó más factible relacionarlo con el municipio de Álora.
Hace dos años, en el verano de 2019, la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico, a través del arqueólogo José Antonio Santamaría realizó una primera intervención en las tierras de esta extensa parcela municipal, que dio como resultado el descubrimiento de una serie de estructuras nazaríes enterradas de tipo religioso-militar, que se pudieron fechar a mediados del siglo XIV y principios del siglo XV.
Con el fin de delimitar los hallazgos del 2019, en verano de 2020, se realiza una nueva actividad preventiva, en el área Occidental, para determinar la superficie del yacimiento, con el resultado más que positivo de encontrar estructuras arqueológicas de la misma época nazarí, en un extremo de la gran explanada aterrazada. Los resultados atestiguan un perímetro de más de 8.000 metros cuadrados de yacimiento arqueológico en razonables condiciones de conservación.
Uno de los principales problemas de protección que presenta dicho lugar es que, a lo largo del tiempo, ha sido utilizado como zona de cantera de materiales para la construcción de balates, bancales y vallas de la zona colindante, además de materia prima para la elaboración de cal en una calera cercana.
El Ayuntamiento, consciente de la importancia y naturaleza del yacimiento, ha decidido intervenir de manera preventiva sobre el mismo y este verano se ha realizado una nueva actuación arqueológica que ha consistido en el vallado perimetral del sector Sur, lugar donde los daños ocasionados por el expolio de materiales son más visibles, al estar justo al lado del camino que discurre paralelo al yacimiento, recorrido lineal de más de 150 metros.
Se ha procedido a la vigilancia arqueológica del perímetro vallado y a la realización de dos sondeos destinados, por un lado, a terminar de delimitar el yacimiento en su sector Oeste y, por otro lado, el determinar el mejor lugar para poner el portón de acceso al interior del yacimiento.
Ambas catas han vuelto a propiciar el descubrimiento de restos constructivos de época nazarí desconocidos y otros elementos materiales arqueológicos, dentro de una secuencia estratigráfica, que nos hablan de un momento anterior tardo-almohade (finales del siglo XII-principios del siglo XIII).
El alcalde, Joaquín Villanova, tras visitar la zona, ha mostrado su sorpresa por el “increíble buen estado de conservación que hemos podido ver en los sondeos. Merece la pena que hagamos un esfuerzo por intentar proteger los mismos, es por ello por lo que hemos hecho un importante labor e inversión y hemos protegido el yacimiento con una valla y una puerta de acceso. No podemos permitir que enclaves arqueológicos tan importantes desaparezcan, se lo debemos a nuestros hijos”.
Por su parte, el concejal de Patrimonio Histórico-Artístico, Manuel López, junto a técnicos municipales y arqueólogos ya se encuentra estudiando la realización de nuevas campañas arqueológicas en la zona. Para el edil, se trata de un sitio único, magníficamente conservado y que era ignorado hasta hace dos años. “Los trabajos arqueológicos han desvelado una cápsula del tiempo que creemos merece la pena descubrir y poner en valor para el disfrute de todos los alhaurinos y del público en general”.
José Antonio Santamaría García, señala: “Muy pocas veces podemos acceder a excavar un yacimiento de estas características y da la impresión de haber quedado congelado en el tiempo. Todo parece indicar que un incendio destruye las estructuras y los ajuares domésticos quedan sellados sin prácticamente ninguna actividad destructiva sobre ellos que no sea la erosión puntual de alguna zona y el expolio de materiales de los muros junto al camino”.
Este yacimiento y otros de esta época en nuestro municipio parecen sufrir la misma suerte: destrucción por fuego y abandono automático de los mismos. No olvidemos que, en el último cuarto del siglo XIV, las internadas de los ejércitos cristianos en la zona se intensifican, y estas tierras están en el camino que dichas tropas utilizan, cada verano, para acercarse a asediar Málaga.