Este
texto formó parte, en su día, de un trabajo más extenso que realice en
el 2010, hoy hemos creído interesante extraer este pedacito y publicarlo
para darle difusión.
1.- Antecedentes históricos
(Introducción histórica al área).
El
espacio que ocupa el municipio de Alhaurín de la Torre se encuentra enmarcado
dentro de la vega baja del río Guadalhorce, el Al-Wadi I-Kabir islámico, lo que los cristianos de la
reconquista tuvieron a bien llamar el val
de Santa María o valle de Santa María.
Este espacio es muy fértil agrícolamente hablando, y considerado por muchos
como un autentico vergel, un retazo de paraíso en la tierra, de hecho son
muchas las crónicas andalusíes y luego cristianas que redundan en esta idea. A
continuación transcribimos algunos fragmentos literarios que así lo reflejan; el andalusí Ibn al-Jatib nos dice: “…sus montañas son todas almendros e
higueras; su llanura alcázares y jardines. Sus terrenos cultivados dan cosechas
hasta en los malos años…”. Al-Wardi nos describe las inmediaciones
de Málaga de la siguiente manera:”…no
existe otra ciudad en el mundo que, como Málaga, se halle rodeada de un muro de
dulzura tal, que los viajeros que a ella se dirigen, empleen todo un día en
recorrerlo…”.
Por su parte los cronistas de la época, pero esta vez cristianos nos lo
describen como a continuación reza: “…Allende
de la hermosura que le dan la mar y los edificios, representa a la vista una
ymagen de mayor fermosura las muchas palmás, y cidros, y naranjos, y otros
árboles y huertas que tienen en gran abundancia, dentro de la ciudad y en los
arrabales, y en todo su circuyto…”H. del Pulgar , “…A la parte donde está asentada la
ciudad es un gran llano e una vega muy grande e muy fermosa, llena de huertas e
árboles e viñas. Y en la sierra más cercana ay tantas viñas e arboledas e casa
e torres que es cosa muy fermosa de ver…” Valera D. de.
La
relativa cercanía a Málaga capital ha sido de especial importancia en el
devenir histórico de nuestro pueblo, la riqueza de esta llanura hizo que
durante mucho tiempo este val de Santamaría fuera directamente
controlado por la capital de la provincia como granero y principal fuente de
abastecimiento de alimentos de la población de Málaga de hecho y hasta hace bien poco Alhaurín de la Torre formaba parte del término
municipal de Málaga, al igual que Torremolinos, Churriana, Campanillas…
Esta cercanía con Málaga condiciona sobre
manera nuestro pasado, y de hecho Alhaurín no pasa a segregarse de la
municipalidad de Málaga hasta el siglo XIX, José Bonaparte, en 1810, durante la
invasión francesa de España, da el estatuto de municipio a Alhaurín de la Torre.
Y no pasa a ser una población de cierta envergadura hasta bien entrado el siglo
XX en que pasa a ser un lugar de residencia deseado por muchos malagueños que
cambian su residencia a Alhaurín merced a las comunicaciones y cercanías con la
capital.
Alhaurín de la Torre tiene zonas o parajes
con un encanto y con un duende especial, unas veces por belleza natural, otras
veces por haber sido lugar de especial importancia económica, política y otras
por su importancia sentimental o de lugar de ocio y esparcimiento. Como lugar
de belleza natural tenemos nuestro pico Jabalcuza con su maravillosa vista de la Hoya de Málaga, amén de otros
muchos sitios: paraje de Jarapalos, sierra Llana… Como lugar de cierta
importancia histórica podemos citar la Alquería de Mollina, donde se capturo al general
liberal Torrijos y sus acólitos, como lugar de especial importancia económica la Calle Juan Carlos o
antigua Mesones… como lugar de esparcimiento sin duda el más recordado por los lugareños de cierta edad era el Puente del
Rey en el Guadalhorce, o la zona del antiguo camino Real de Alhaurín el Grande
en las inmediaciones del Alamillo…
Un paraje singular y que reúne todos
estos conceptos a la vez en un mismo lugar es el que hoy en día se denomina Los
Callejones, es un lugar cercano al casco urbano, sin embargo sorprende por su
quietud y serena belleza. Adentrándonos por su callejón tras pasar la fábrica
de embutidos Rene desaparece el ruido, y casi logramos transportarnos a un
momento indeterminado mucho tiempo atrás, no en vano nos encontramos rodeados
de edificios y estructuras singulares, antiguas, agrícolas…en un estado de
conservación que sin ser óptimas nos permiten hacernos una idea de lo que era
la vida en el campo con sus distintos espacios y usos.
El espacio conocido popularmente como Los
Callejones se corresponde, en principio, con el trazado original de un camino
de servicio que remonta cuando menos sus orígenes al dominio andalusí de las
tierras malagueñas. Se correspondía a un camino que discurría paralelo a las
canalizaciones o acequias de aguas que abastecía de fuerza de trabajo hidráulico
a los molinos harineros, que partiendo de la fuente popularmente conocida como
Fuente Grande, iría a morir en las inmediaciones del arroyo del Valle.
Durante mucho tiempo este camino ha sido
una importante vía de comunicación y de acceso al casco urbano, el tema de los
caminos antiguos de nuestro término municipal y de acceso al núcleo urbano no esta
lo suficientemente investigado, y en la actualidad se da por hecho que el
principal camino de acceso a casco antiguo de Alhaurín de la Torre se hacia por Calle
Málaga, sin embargo este camino que nos ocupa ya aparece mencionado en los
repartimientos de los molinos de la villa de Laolin.
Cobrando una especial
importancia durante buena parte del siglo XX momento este en que estaba en
funcionamiento la línea de tren de cercanías que unía la capital de la
provincia con el pueblo de Coín, que estuvo en funcionamiento desde 1913 y
hasta 1965.
Esta línea férrea pasaba por el lugar por donde hoy discurre la carretera
comarcal Ma-404, unos metros antes de llegar a Los Callejones existía una
parada o apeadero del tren de esta línea, de similares características a las
existen en Menaya y en la Estación
de la Alquería. Desde
esta estación y siguiendo el trazado de la vía accederíamos a las inmediaciones
de los callejones, auténtico punto de inicio del camino.
Fotografía nº 1. Fragmento de
fotografía aérea tomada del programa Google Earth en el que se aprecia una
parte de los callejones, y en el que se ha señalado los tramos conservados en
al actualidad de la acequia principal.
Desde las inmediaciones de la hornacina del
Cardón salía un camino en dirección a Alhaurín de la Torre, que desembocaría en
el casco urbano en las inmediaciones de la calle Tejar confluencia con calle
Ermita.
Este
camino debió de ser sin duda importante como refleja el hecho de que en su
inicio se ubicara una hornacina, nicho o ermita, elemento muy típico en los
caminos de Andalucía, y que unas veces se concreta en una cruz, como es el caso
de Cártama, otras en una hornacina, en una capilla, en un oratorio, o llegado
el caso una ermita. En este cruce de
caminos confluyen el que va a vadear el arroyo del Valle y se dirigiría a Cártama
y el antiguo camino en dirección a Coín, que posteriormente fue utilizado por
el ferrocarril.
Por él debieron de salir y entrar la mayoría
de las mercancías y productos que llegaron y partieron de nuestro municipio o
pueblo en dirección a la capital, este camino, como tal, puede ser
perfectamente el que se documenta en los repartimientos y que esta íntimamente
relacionado con el mantenimiento de la acequia y con los molinos.
Fotografía nº 2. Fragmento de fotografía aérea tomada del programa Google Earth. Distintos
componentes que conforman el trazado de este complejo hidráulico a su paso por
los callejones. La línea roja se corresponde con la acequia principal, las líneas
amarillas son acequias secundarias. Los rectángulos se corresponden con molinos
y los asteriscos amarillos con albercas de almacenamiento de agua para riego.
Alhaurín de la Torre se encuentra ubicada
en el piedemonte de la Sierra
de Míjas, esta sierra caliza es muy rica en agua, lo que origina que en nuestro
término municipal existan muchos nacimientos o veneros de ese importante
acuífero subterráneo, los ejemplos son innumerables y de diversa cuantía y
calidad, uno de ellos es la Fuente Grande.
Los musulmanes se asentaron durante
siglos en la provincia de Málaga, al igual que en toda Andalucía, nuestro municipio no es menos, si bien es
verdad que el patrón de asentamiento en la zona es muy diseminado y con poca
dispersión de yacimientos.
Esto es una pauta habitual en otras
épocas antiguas en Alhaurín de la
Torre, y que presuponemos debe de corresponderse con una
concentración de la propiedad de la tierra en grandes latifundios, hecho
contrastado al menos a partir de la reconquista, y que muy posiblemente se
pudiera extrapolar a época musulmana y a época romana.
Si nos centramos en la ocupación del
espacio de Al-Andalus, en época medieval, sobre todo nazarí, podemos ver que
hay dos grandes enclaves o alquerías, la que se encuentra en las inmediaciones
del Cortijo Mollina, y la que debe de encontrarse debajo del casco antiguo de
Alhaurín de la Torre,
de esta es quizás de la que más información escrita nos ha quedado, sobre todo
en las actas de repartimientos que los Reyes Católicos hacen del territorio
conquistado en Málaga, y que parece identifican con el pseudónimo de Laulin y otras
deformaciones del mismo término, pero del que de momentos carecemos de noticias
y hallazgos arqueológicos fiables, aunque tenemos varios libros publicados que
nos permiten hacernos una idea de lo que debió de ser más o menos esta alquería.
Es curiosa la “Damnatio Memoriae”
que sufre este investigador, pese a ser el primero que en 1997, publica y habla
del barrio Viejo como alquería musulmana y cita el topónimo Laulin
identificándolo con esta alquería, repito es curioso como ha sido
sistemáticamente obviado por todos los historiadores e investigadores que años
después investigan y publican sobre el tema. (Véase artículos publicados en la revista La Fontana Números IX
y X).
Nadie discute hoy en día que debajo del Barrio
Viejo se encuentran los restos de la Alquería de Laolín,
esta sería más o menos muy parecida en cuanto a disposición y estructuras a la
que existe en la actual Alquería Mollina. Se encuentra ubicada en una zona con
abundancia de agua, cosa fundamental para un asentamiento y para la puesta en
cultivo de los alrededores, se encuentra en una ladera de suave pendiente,
aunque aquí se diferencia de la de Mollina que existía una zona de cortados o
barrancos pero que no eran de una gran
envergadura, se encontraban en una zona de paso o de transito de viajeros, cosa
con lo que coincide con el cortijo Mollina, al contar con una importante
población asentada contaban con algún tipo de oratorio o ermita, todos los
investigadores barajamos que debajo del emplazamiento de la actual iglesia
parroquial se debió de encontrar dicha mezquita,
sin embargo algunos documentos investigados por De Molina sitúan la mezquita
junto a la torre almenara existente en la parte alta de la alquería. “una
torre con una mezquita junto de ella”, ”dentro de la dicha torre y
mezquita que esta junto de ella”,
quizás la torre que se cita en la fuente cristiana fuera en realidad los restos
de un alminar o minarete, tipo de “torre o campanario”, desde donde el imán
llama a la oración a los fieles, este elemento se documenta desde el siglo VIII
d.C. en adelante, y es muy posible que los cristianos ignorantes del culto y
tradiciones musulmanas no supieran interpretarla, en cualquier caso esta
discusión solo la podrá confirmar algún día la arqueología.
Cuando los Reyes Católicos conquistan una
población como norma habitual automáticamente sacralizan la mezquita u oratorio
convirtiéndolo en lugar de culto católico, ya sea directamente con imágenes otras
veces desamortizan el edificio y es donado mediante repartimiento, como un
inmueble más al cristiano agraciado en el reparto. En definitiva triunfo de la
religión del ganador sobre la religión del vencido practicada hasta en la misma
mezquita de Córdoba y hasta la saciedad en ciudades mayas, incas en
Hispanoamérica. En la Alquería
de Mollina, Madoz sitúa una pila bautismal y una capilla dedicada a Santa Ana..
Contaban con una torre alta y bastante
amplia, que se encontraba normalmente en la zona más elevada dominando la alquería
que guarnecía o protegía. Con una múltiple funcionalidad, de vigilancia de los ejércitos
cristianos y sus internadas en territorios andalusíes tan de moda en el siglo
XIV y XV, defensiva contra las razias y los ataques de estas mismas
avanzadillas cristianas, y a la vez podía ser utilizada como almacén y granero
y como cuartel de una pequeña guarnición, incluso como residencia de nobleza o señorío
de la zona. Ambas torres formarían parte casi con toda seguridad del cinturón
defensivo y de vigilancia perimetral de la ciudad de Málaga, con la que podían
interconectarse a través de señales luminosas y de otra índole. Este tipo de
torre, en contra de lo que pueda parecer, es muy habitual en las tierras
malagueñas, sobre todo en las inmediaciones o cercanías de Málaga, baste citar
algunos ejemplos representativos y bien estudiados como la Torre de Pimentel en
Torremolinos, o La torre de Hurique en Alhaurín el Grande…
Contaban con una zona de vivienda, que
aquí se extendería desde la torre hasta las inmediaciones de C/ Málaga, y hasta
la plaza del Conde, en la alquería Mollina, estaría justo debajo de la torre y
se extendería hasta los primeros bancales de pinos.
Fotografía nº 3. Detalle de un sillar sin liberar de forma rectangular de similar
tamaño a los empleados en la construcción de la acequia, alrededores del
cortijo La Borda. Fuente:
©Santamaría2010.
Existiría una zona industrial, que sin
embargo en Alaolín es muchísimo más grande que la de el cortijo Mollina, aquí aparecen
citados restos de hasta 10 molinos
y una serie de canalizaciones de aprovechamiento de recursos hídricos. En el Alquería
Mollina existen restos de un molino, al que a buen seguro deben de ir a parar
canalizaciones que conducirían aguas para su funcionamiento.
En ambos casos tenemos documentados
sendos cementerios en las inmediaciones de estas zonas industriales o de
extrarradio del “casco urbano musulmán”, en la Alquería Mollina,
se aprecian a simple vista muchísimos restos óseos humanos diseminados en la
zona baja del pinar, en las inmediaciones de Los Callejones existen referencias
a tumbas encontradas al hacer los cimientos de piscinas y ahondar en el
subsuelo, también aparecen restos óseos humanos en la Calle Chorrillo, y no debemos
olvidar el topónimo cortijo Hueso que se encuentra en el Cerro de las Cadenas justo
por encima de la antigua depuradora y de las casitas de colores o del Cordobés.
Hemos hablado previamente de la
importante presencia de agua subterránea en nuestro término, hemos hablado de
la gran riqueza potencial de las llanuras agrícolas de la cuenca baja del
Guadalhorce, y ahora hemos de hablar de al-Andalus que es sin duda alguna el
gran impulsador del máximo aprovechamiento de los espacios, y máxima optimización
de nuestros campos, ellos son los que implantan las técnicas de regadío, tal y
como hoy los conocemos, si bien es verdad que como tal ya se conocía y usaba en
época romana; son los artífices de un uso más racional de los recursos en todos
sus aspectos, así en nuestro municipio aprovechan materias primas de índole
minero en diversos puntos, quedando constancia al menos en las inmediaciones de
la sierra de Cártama, muy cerca del emplazamiento del cortijo Mollina, que por
desgracia aun no han sido convenientemente estudiados, pero si han sido
reflejados en el catálogo de yacimientos.
La roca caliza muy extendida por nuestro término
municipal es muy maleable y fácil de trabajar, es por ello por lo que también
ha sido un recurso convenientemente aprovechado en la antigüedad desde época
romana, y a buen seguro durante toda la antigüedad, toda la edad Media, y hasta
periodos relativamente recientes. Existen numerosos afloramientos de piedra en
los que se pueden observar los trabajos de limpieza y sacado de sillares,
siendo quizás el más amplio el que figura en la zona conocida como Cantera del Zorro,
pero nos quedan magníficos ejemplos en la zona objeto de estudio.
Los andalusíes plantean la utilización de
los caudales de esa agua subterránea para una optimización de los espacios
agrícolas, mediante la realización de canales y acequias de distinta
envergadura e importancia.
Al mismo tiempo aprovechan los desniveles
existentes desde su nacimiento hasta llegar al Arroyo del Valle, para implantar
una industria que se sirve de la fuerza bruta que genera esa agua. Nos estamos
refiriendo a la industria de molturación y machacado del trigo y otros cereales
mediante la utilización de la fuerza hidráulica en distintos habitáculos o
estructuras de molino.
Todas estas campañas o internadas en
territorio andalusí bien pudieran haber originado un abandono de estas alquerías,
y en general del territorio, concentrándose la población de estas alquerías en Málaga
capital, hasta su captura por los Reyes Católicos.
Una vez conquistado el terreno a los nazaríes
los Reyes Católicos asignan a unos personajes públicos, escribanos, el
repartimiento de los terrenos conquistado en la “Cora de Rayya”
y la propia “madinat Malaqa”.
Los terrenos de Alhaurín de la
Torre, y en general todo el bajo Guadalhorce son adscritos a
la municipalidad de Málaga y son repartidos dentro del mismo momento y a las mismas
personas. Estos mismos repartimientos citan un camino que discurre paralelo a la
acequia, que estudiamos, con la obligación de no invadirlo ninguna construcción
y ha de ser conservado en buen uso, este camino es si lugar a duda el que se ha
conservado en parte en la zona de los callejones…”Camino Real del callejón de las
Huertas”.
“El cauz principal que saliendo de la Fuente Grande lleva
el agua a los molinos, queda realengo para uso común, así como un camino de
servicio de medio estadal de ancho desde el nacimiento hasta la parte por donde
entra en el río Guadalquivirejo, ordenándose que nadie lo estorbe ni ocupe con
árboles, heredamientos, ni con otra cosa alguna”.
Antes de
entrar en materia, creemos conveniente delimitar el área objeto de estudio para
una fácil comprensión del mismo, entendemos por Los callejones a todo el
conjunto de terreno que se encuentra a ambos lados de la antigua canalización o
acequia de riego de la Fuente Grande,
a su paso por la parte baja del casco urbano, de modo totalmente artificioso lo
delimitamos con la carretera comarcal
Ma-9001 y el actual polvero de Menjibar, continua este espacio hasta la antigua
venta del Santo Cristo cruzaría la carretera A-404, y continuaría descendiendo
hasta llegar al Arroyo del Valle, donde concluimos el espacio de
investigación.
Esta delimitación se corresponde
realmente al teórico recorrido de la acequia objeto de la investigación y a los
distintos ítems, constructivos, que son estudiados tras estas líneas.
Los restos que a continuación van a ser
estudiados y descritos van a ser ordenados por orden cronológico, empezando por
los más antiguos y terminando por los más modernos.
Wadi I-Kabir, Al-Wadi I-Kabir, Al-Wadi
I-Kabir bi-Malaqa, Nahr al-Kabir, Guadalquivirejo… distintos nombres para
una misma realidad: río Guadalhorce.
Calero Secall, Mª Isabel:
“Málaga, ciudad de Al-Andalus”.
Editorial Librería Ágora. Málaga, 1985. Pág. 445.
Calero
Secall, Mª Isabel: “Málaga, ciudad de
Al-Andalus”. Editorial Librería Ágora. Málaga, 1985. Pág. 445.
Pulgar,
H. del: “Crónica de los Reyes Católicos” Vol. II Guerra de
Granada. ed. y est. J. de M. Carriazo Colección de crónicas españolas nº VI
Madrid 1943. Pág. 284.
Valera,
D. de: “Crónica de los Reyes Católicos”.
Ed. J.M. Carriazo, Madrid 1927. Pág. 446.
Baquero
Luque, José: “Alhaurín de la Torre en los siglos XVI y
XVII”. Pág. 48.
Santamaría García, José Antonio: "Impresiones acerca de Alhaurín de la Torre Musulmán: El
Barrio Viejo. ¿Laulin?” (I). Fontana. IX. Mayo de 1997. Alhaurín de la Torre. Málaga. Y Santamaría García, José Antonio: "Impresiones acerca de Alhaurín de la Torre Musulmán: El
Barrio Viejo. ¿Laulin?”
(II). Fontana. IX. Junio de 1997. Alhaurín de la Torre. Málaga.
Esta
alquería sale indistintamente nombrada como laolín, laulín, Alaolin, alaulín,
Alhaolin, alhaulin, en los repartimientos de Málaga capital donde queda
adscrito nuestro municipio. Véase los repartimientos publicado por Francisco
Bejarano Robles, entre otros. Bejarano Robles, Francisco.: “Los Repartimientos de Málaga”. Tomo I y
II. Edita Universidad de Málaga, Málaga 1985.
Madoz,
Pascual: “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus
posesiones de Ultramar”. Volumen I. Pág.
598 y 599, Madrid 1845.
Baquero
Luque, José: “Alhaurín de la Torre en los siglos XVI y
XVII”. Pág. 66.