jueves, 29 de septiembre de 2022

Una excavación descubre el yacimiento al aire libre del Neolítico final más antiguo de la Bahía de Málaga.

Os copio integramente la noticia dada hoy por el ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, sobre mi último trabajo arqueológico. 

El trabajo encargado por el Área de Patrimonio Histórico-Artístico ha posibilitado hallar y documentar fragmentos de cerámica, sílex, piezas pulimentadas, huesos, conchas marinas y una piedra sagrada (betilo) en un silo en la zona de Los Caracolillos

Una excavación descubre el yacimiento al aire libre del Neolítico final más antiguo de la Bahía de Málaga

El Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre ha finalizado una intervención arqueológica en un yacimiento del término municipal que ha posibilitado recuperar numerosas piezas de lo que fue un silo de la época del Neolítico final, hace unos 5.000 años. La actuación se enmarca dentro de la línea de trabajo encargada por el alcalde, Joaquín Villanova, para investigar y profundizar en el pasado de Alhaurín y poner en valor la historia local. La ha llevado a cabo el Área de Patrimonio Histórico-Artístico que dirige el concejal Manuel López.


 

El propio regidor y el edil del área, junto con el responsable de la excavación, José Antonio Santamaría, han presentado estos fragmentos. Proceden del que podría tratarse del yacimiento al aire libre más antiguo del Neolítico final en toda la zona de la Bahía de Málaga y su entorno, según ha destacado el arqueólogo. Así ha quedado documentado en un artículo publicado en una revista arqueológica especializada.

 


 

Se ubica junto al camino de las Barrancas, de la zona de Los Caracolillos, donde los trabajos se han prolongado durante buena parte del verano. La investigación ha permitido descubrir una subestructura en forma de hoyo, de unos 60 centímetros de profundidad y un metro aproximadamente de anchura, donde se han descubierto más de un millar de fragmentos de cerámica, así como algunas láminas de sílex, piezas pulimentadas, un par de molinos de mano, restos óseos y semillas. También destaca lo que podría ser un betilo o piedra sagrada erguida, que era venerada por los habitantes de la época.

Se cree que aquellos moradores, que llevaban una vida seminómada, utilizaban estas estructuras para dejar allí aquellas pertenencias o restos que no podían transportar consigo cuando desplazaban sus asentamientos a otros lugares; un enterramiento que tendría un carácter simbólico o ceremonial pero que en la práctica producía estos silos de residuos o basurero, muy útiles para la investigación arqueológica.


 

De hecho, uno de los hallazgos más interesantes lo constituyen hasta una decena de conchas marinas de diferentes moluscos (lapas, corrucos o almejas), en una ubicación que por aquel entonces distaba aproximadamente una docena de kilómetros de la línea costera. Este hecho, junto con las semillas que se han podido encontrar, podría arrojar luz sobre la alimentación y el modo de vida de los pobladores de entonces.


 

Las piezas recuperadas serán depositadas en el Museo Arqueológico de Málaga, aunque el Ayuntamiento estudia la fórmula para exhibirlas y que puedan ser contempladas por los vecinos de Alhaurín de la Torre. Por otra parte, los sedimentos y la tierra acumulada en la subestructura se enviarán a la Universidad para su análisis, y también se pretende realizar una prueba de radiocarbono en algunos de los restos orgánicos para su correcta datación.

El yacimiento se ubica en un enclave privilegiado, con excelentes vistas hacia la Bahía de Málaga y todo el valle, en lo que ya en ese periodo histórico pudo ser un lugar de cultivo y de pastoreo. Los trabajos de excavación se han desarrollado en un talud de complicado acceso, afectado por la erosión y por la construcción en su día del camino.

Aunque fue descubierto en 2011 y ya desde entonces se venía estudiando, la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico ha acelerado esta intervención para impedir su degradación y los daños que pudieran producir las lluvias o los corrimientos de tierra. Junto con la excavación en sí, se han llevado a cabo tareas de recuperación de las piezas, catalogación, documentación y toma de imágenes y fotografías, para lo cual se ha utilizado un dron de apoyo.

DECLARACIONES

El alcalde se ha mostrado “muy satisfecho” por el resultado final de este trabajo y ha recalcado que se trata de “un gran descubrimiento”, que permite seguir indangando en el patrimonio y el pasado local. “Es una cuestión que hay que alabar, que dignificar y que reconocer”, ha dicho Villanova. Por su parte, Manuel López ha subrayado que hay “pocos ayuntamientos” que apuesten de una manera tan dedicida por la investigación arqueológica y ha adelantado que está en estudio la elaboración y publicación de un volumen que resuma y desvele los “datos sorprendentes” de todas las excavaciones realizadas en distintos puntos del término municipal de Alhaurín de la Torre en los últimos años.

Más noticias: www.alhaurindelatorre.es y www.torrevisiontelevision.es

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 la razon

sábado, 17 de septiembre de 2022

Crónica de mi verano 2022.

Este año mi mes de agosto ha sido para mí intenso y placentero. 

Este año, una vez más, he vuelto a profundizar en la historia de nuestro municipio, a través de la excavación en uno de los muchos yacimientos arqueológicos de nuestro término municipal, gracias al área de Patrimonio Histórico Artístico del ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, que dirige Manuel López Mestanza.

 
Echando un cable en el Cerro del Villar a mi amigo Pepe Suárez.

El yacimiento elegido, no lo ha sido por ser el más bonito, el mejor, el más monumental, el más grande, el mejor conservado, el más vendible históricamente o visualmente... lo ha sido por el riesgo de pérdida que sufría por la erosión del lugar donde se encontraba. 

Y ante esa posible destrucción hemos tenido que intervenir de urgencia, eso sí con todos los permisos necesarios de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga.

 

 
Otra instantánea de mi paso por el Cerro del Villar.

Ha sido un yacimiento modesto, muy modesto, un hoyo neolítico. ¡Si neolítico!, Alhaurín de la Torre tiene varios yacimientos de esta época. Y sus tesoros: la basura de esta comunidad seminómada o semisedentaria, según se guste. 

Son grupos, en nuestro caso parece que reducido, quizás una unidad familiar, que se asienta en un área y explota los recursos de su entorno durante largas temporadas, pero sin llegar a ser un asentamiento permanente.

Gracias a esa basura sabemos que, a finales del quinto milenio, "cuando el niño le decía: papi quiero conchas finas... pues el papi se hacía una excursión a la playa, a 11 kilómetros de distancia, y le traía sus conchas finas al niño" (licencia que me he permitido para decir que esta comunidad neolítica de finales del V milenio a.n.e. consumía maricos variados y de diversos ecosistemas marinos, tanto de áreas de playa como de áreas de roquedo.

 Malacofauna recuperada en estratos de finales del V milenio a.n.e.

Nuestros tesoros no son de oro, de plata, ni monedas de bronce... son: las conchas de sus alimentos, los cuchillos de piedra, las herramientas de sus hoces de mano para segar el grano, los molinos y manos de molinos para triturar ese grano y hacer harina, las vasijas de almacenamiento para esos granos donde prima lo funcional a lo estético...  

 
Flotación y tamizado de sedimentos arqueológicos.

Y mientras otros disfrutaban de las maravillosas playas de nuestra Málaga y de tal o cual feria y de tal o cual visita a pueblos y sitios, yo he estado colgado en un cortado, a cinco metros del suelo "excavando cacharros antiguos y encima rotos" y aprovechando para ponerme moreno que para eso es el verano.

Y como no, por último y no menos intenso, hemos estado echando un cable al proyecto del Cerro del Villar rodeado de otros amigos "locos excavando cacharros viejos y tomando el sol al fresquito de agosto".

 

Otros locos arqueólogos.

Como diría más de uno: "están chalaos estos arqueológos". ¡El año que viene más pero nunca igual!