El grado de confort y bienestar que tenemos hoy en día en nuestras vidas no es el que existía hace 70 / 80 años en Alhaurín de la Torre. El nivel tecnológico de hoy, era impensable hace 70 años.
¿Quién tenía teléfono en el pueblo? Casi nadie. Hoy, en mi casa, hay tres teléfonos móviles y el teléfono fijo. ¿Quién tenía televisión? Muy pocos, quizás algunos tenían radios en sus casas. En mi casa hay dos televisores. Y ¿Ordenadores? no existían, quizás algunas máquinas de escribir, en mi casa hay tres fijos y un portátil…
¿Y las comunicaciones? Ni os cuento. Hoy tenemos millones de metros cuadrados de alquitrán con los que podemos desplazarnos con nuestros majestuosos vehículos de combustión e inyección de derivados del petróleo, y poco a poco con los vehículos eléctricos menos contaminantes (siempre que la electricidad que consuman no se genere mediante la quema de combustibles fósiles: generadas por centrales eléctricas de carbón, si no estamos en las mismas).
En mi casa, a día de hoy, tenemos dos vehículos de combustión, y algo similar ocurre en mi entorno inmediato, es rara la casa en la que no hay dos coches, o un coche y una moto…
Pasear con nuestros vehículos de combustión, como todos sabéis, no es gratis, tenemos que repostar combustible, pagar anualmente el seguro, hacer reparaciones por desgaste de piezas de nuestros vehículos, tenemos que pasar las itv correspondientes, que nos certifican que nuestros vehículos son aptos para circular por esos metros cuadrados de alquitrán y finalmente tenemos que pagar el impuesto de circulación.
Pero lo que seguramente no sabrás es que hace 70/80 años cuando no había caminos asfaltados, ni esa maraña de carreteras que hoy existe, cuando nuestras calles eran terrizas o a lo sumo empedradas, cuando ver una moto o un coche pasar por esos caminos era una novedad, lo que se solía utilizar eran los carromatos o carros de caballos y bestias como; toros, vacas, bueyes o burros…
Pues esos animalitos, que eran la fuerza motriz de nuestros desplazamientos y de nuestras mercancías, además de necesitar una alimentación adecuada, el paso esporádico por el veterinario y el herrero, eran vehículos menos contaminantes, más ecológicos, iban abonando el territorio a su paso, estos animales y estos carros, además, tenían que pagar un impuesto por utilizar los caminos existentes en los distintos municipios y ciudades donde residían.
Si señor en los años 40/50 había que pagar un impuesto por tener un carro o por tener un caballo “Impuesto de Tracción animal”, bueno, realmente pagaban por utilizar las carreteras y las calles. Y obviamente los pocos que tenían una moto o un coche o un camión también pagaban el impuesto de circulación.
Este impuesto se podía pagar en metálico o en peonadas de los carruajes. A veces el ayuntamiento permitía a los vecinos que tenían carros que pagarán los impuestos en horas de trabajo, con sus bestias y carros, en el arreglo de caminos y obras comunales del ayuntamiento.
En el documento que acompaña este texto (más arriba) vemos como en el año 1946, un vecino de Alhaurín de la Torre tuvo que pagar su impuesto por tener un carro tirado por dos bueyes.
El segundo documento (abajo) es el recibo del pago del impuesto de rodaje, con un importe de 40 pesetas por el impuesto y 5 pesetas de la matrícula.
Como podéis ver, en estos años hemos avanzado mucho, por lo menos en lo que a avances tecnológicos nos referimos y por añadidura en nuestro bienestar como sociedad, y en otros aspectos más concretos quizás no hayamos avanzado tanto e incluso hayamos retrocedido...
Hemos creído conveniente eliminar los datos personales de los documentos para mantener el anonimato de los mismos.
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