Intervención arqueológica preventiva en las inmediaciones del Cortijo Mollina, antigua ermita de Santa Ana, barriada de Torrealquería. Alhaurín de la Torre. (Málaga) (*)
(*) Este texto forma parte del informe/ resumen realizado para el Anuario Arqueológico de Andalucía del año 2017.
La actividad arqueológica preventiva llevada a cabo nos ha permitido documentar la planta completa de un edificio religioso que hemos identificado con la Ermita de Santa Ana. Edificio que tiene sus orígenes durante el siglo XVI, en la reutilización de estructuras islámicas, y que queda amortizada tras ser incendiada en 1931.
The preventive archaeological activity carried out has allowed us to document the complete plant of a religious building that we have identified with the Hermitage of Santa Ana. Building that has its origins during the sixteenth century in the reuse of Islamic structures and that is amortized after being set on fire in 1931.
El yacimiento que nos ocupa, se ubica en las primeras estribaciones de la Sierra de Cártama en la vertiente que cae hacia Alhaurín de la Torre; el emplazamiento de dicha alquería es tremendamente estratégico, pues se encuentra controlando una vía de comunicación que une el área del Valle del Guadalhorce con esta área agropecuaria secundaria que es el valle del Arroyo del Valle, conocido antiguamente como Val de Santa María o La Alquería.
Esta alquería y su torre está controlando el acceso a este camino que atraviesa la Sierra de Mijas y en el otro extremo está el castillo de Cártama y su villa, importante bastión nazarí.
El yacimiento se encuentra ubicado en una pendiente que baja suavemente desde la propia Sierra de Cártama hacia el Arroyo del Valle, y se encuentra muy vapuleado por la acción del hombre y de las condiciones climáticas. Este yacimiento no queda despoblado tras la reconquista cristiana, sino que va a ser colonizado y repoblado varias veces, lo cual ha generado una auténtica amalgama de estructuras y de reutilización de las mismas en diversas épocas.
El área de dispersión de los restos es muy amplia, y actualmente se observan restos culturales de diversos periodos cronológicos distintos. Algunos fragmentos de cerámicas campaniense y terra sigillata itálica apuntan a una ocupación republicana anterior a nuestra era.
El yacimiento se encuentra incluido en el Catálogo de Yacimientos del término municipal de Alhaurín de la Torre, con la signatura 29/007/26; y como tal goza de un perímetro de protección[1].
En la actualidad el yacimiento se encuentra seccionado por varios caminos modernos, caminos que nos han dejado al descubierto distintos sectores y diversas secciones del yacimiento, destacando el área de necrópolis o cementerio del mismo. Área muy afectada por procesos erosivos motivados por las fuertes lluvias del año 2015, que dejaron al descubierto diversos restos esqueléticos humanos.
Se realiza una intervención de urgencia que se traduce en la excavación de 6 tumbas, de las seis inhumaciones cinco presentan enterramientos en fosa simple; y un caso que no hemos podido documentar que es C.F.3, de ellos tres presentan fosa simple con el añadido de cubiertas con piedras y lajas de piedra, conformando un “tejado” en pendiente a una sola agua.
Mezclado con las propias tumbas se documenta material cerámico nazarí y los niveles estratigráficos que amortizan el campo santo mezclan materiales nazaríes con material cerámico moderno. Podemos concluir que se atestigua una fase de cementerio de época islámica, casi con toda seguridad de época nazarí, fechado entre mediados del siglo XIII- mediados del XV.
El ayuntamiento de Alhaurín de la Torre tiene previsto acometer un proyecto de índole cultural que contempla la restauración y puesta en valor de la torre almenara y de los restos constructivos del cortijo.
En tal sentido y como paso previo se pretende ahondar un poco más en el conocimiento real de los restos inmuebles existentes de cara a la evaluación de la idoneidad de su utilización para este futuro proyecto[2].
Justo por debajo del camino que divide al yacimiento en dos aparece un gran terraplén contenido por un muro de piedra seca que parece que reaprovecha algún tipo de estructura, con el fin de determinar la naturaleza de esta estructura y su cronología se realiza esta intervención.
El trabajo de campo realizado en Torrealquería se ha concretado en dos fases de excavación de un mes de duración cada una.
El área intervenida ha sido un gran rectángulo de unos 20 metros de largo por unos 8 de ancho, en cuyo interior se ha realizado un desbroce inicial y posteriormente en ese espacio se ha realizado el desescombro y vaciado, por métodos manuales, de 5 zanjas y cuyo objetivo principal ha sido el clarificar, definir y concretar diferentes puntos específicos de la estructura que se intuía debía de existir en el interior de este espacio.
Una vez desbrozada y limpiada la zona nos hemos encontrado con una plataforma o terraza relativamente llana y en la que a simple vista ya se podían apreciar algunas piedras que indicaban la existencia de muros con una forma ligeramente rectangular.
En el primer mes de trabajo de campo se han realizado un total de tres zanjas de unas dimensiones de 6 metros de largo por 2 metros de ancho. Las áreas de trabajo identificadas como Zanja 1 y Zanja 2 son colocadas transversalmente en los límites de esta estructura que se define como un espacio o ambiente homogéneo, y viene a coincidir con los límites norte y sur de esta edificación, siendo Z-1 el límite sur y Z-2 el límite norte.
Longitudinalmente, y en paralelo al gran muro que contiene al terraplén en su lado oeste, se sitúa la Zanja 3, el fin concreto de este área intervenida es definir si existe un cerramiento de la estructura en el punto donde aparece más desnivel.
El segundo mes de trabajo se materializa en la continuación y culminación de los trabajos en Z-1, Z-2 y Z-3 y en la apertura de tres nuevas áreas de trabajo, definidas como Zanja 3 exterior, Zanja 4 y Zanja 5. Además se limpia a nivel superficial el ambiente o ámbito 2 que queda fuera del área de investigación.
Del estudio de toda la información recogida de nuestra investigación hemos podido determinar dos momentos de ocupación de este sector del yacimiento, una ocupación que arranca de época moderna y termina unos años antes de la guerra civil, y un segundo momento peor caracterizado que parece coincidir con un primer momento de fundación de un edificio musulmán que es reaprovechado posteriormente por el edificio más moderno como cimentación.
En el primer periodo del trabajo, efectivamente, hemos podido concretar que nos encontramos en el interior de una estructura de forma rectangular, que presenta una orientación entrada al sur y cabecera al norte.
Este ambiente o ámbito 1 se concreta o se define por una serie de muros que nos indica la presencia de una estructura bien construida, con muros sólidos y cuyas principales características de los muros, son muy similares entre sí, esto es hiladas perfectamente horizontales de piedras de mediano a gran tamaño bien careadas, con un cuerpo central de piedras algo más pequeñas y una argamasa a base de un barro realizado con arcillas autóctonas del terreno de una apariencia o coloración verde amarillento, y con escasa presencia de pequeños nódulos de cal.
Los muros tienen unas superficies muy rectas, y en muchos puntos de los mismos hemos podido observar la incorporación a los mismos de enlucidos con distintas argamasas, encontrando o documentando puntos concretos donde aparecen argamasas realizadas con cemento, siendo las predominantes los enlucidos con argamasa a base de cal, y en algunos puntos simplemente el encalado de las piedras de los muros.
En este sentido hemos de decir que no hay un tratamiento de las superficies externas que predomine sobre el conjunto; sin lugar a dudas, esto indica una amplia pervivencia de uso de esta estructura con abundantes arreglos u obras menores de mantenimiento de la misma.
En determinados puntos interiores de este ámbito hemos documentado los restos muy arrasados, a nivel de suelo, de lo que debió de ser una decoración mural del área norte de este ámbito. Fragmentos de esta decoración mural han aparecido concentrados en los niveles de derrumbe del ángulo noreste de este edificio. Parece identificarse algún tipo de decoración geométrica o floral realizada con líneas negras sobre fondos beige/ amarillentos y rosáceos. En cualquier caso son elementos descontextualizados pues se encuentran muy fragmentados y mezclados con los materiales de los derrumbes de los muros.
Muchos de estos fragmentos de pared decorada se encuentran además bajo una gruesa capa de cal o pintura blanca, lo que además nos indica que llegó un momento en que fueron tapadas cuando aún estaban en su posición original, habiendo perdido su función decorativa, ya sea por modismos o por la fragilidad de las pinturas o por un deficiente estado de conservación de las mismas. Estaban amortizadas y tapadas durante la vida de esta sala o ambiente y mucho antes de ser destruidas las paredes del edificio.
Del edificio propiamente podemos apuntar una serie de datos obtenidos del trabajo de campo que nos permiten adentrarnos en la naturaleza y función del mismo. Nos encontramos con un espacio cerrado de una nave o planta rectangular de grandes dimensiones, que debió de ser relativamente alto, pues en algunos puntos hemos localizado alzados superiores, pese al arrasamiento sufrido, a 1,50 metros.
Esta nave, este ambiente, presenta tres discontinuidades en su perímetro murario que podemos identificar, sin ningún género de dudas, como vanos, estos presentan a modo de refuerzo pilares o dinteles de ladrillos, elementos que sin ser extraños en la estructura no son excesivamente habituales.
Cada uno de los vanos cumple una funcionalidad específica y tiene unas características especiales que los hacen distintos entre sí. El primero de ellos es el identificado como U.E.7 que se identifica como un escalón macizo de piedra caliza rectangular de sección cuadrangular, cuyos dinteles están bien encajados en la estructura y suponen una continuidad de la misma, este escalón tiene como dintel la unidad estratigráfica 5 y en su otro extremo hemos identificado otra unidad idéntica pero literalmente arrasada por la destrucción y arrasamiento de la estructura con buldócer, identificada como 5.1.
Esta Unidad estratigráfica 7 se documenta en la zanja 1 en el extremo más situado al sur de la estructura y la interpretamos como la puerta principal de entrada al edificio, edificio de una sola planta rectangular, entrada que es coetánea temporalmente a la realización de la estructura.
El segundo de los vanos aparece en la Zanja 3 es identificado con la Unidad estratigráfica 12, y representa, junto con la U.E. 18, la rotura del muro longitudinal situado más al este del edificio, muro que hemos identificado con las unidades 20, 21 y 22. En concreto entre U.E.20 y U.E.21.
Este vano no presenta una ejecución tan clara, limpia y armónica con el muro al que se adosa, como el primer ejemplo anterior, más bien parece destruir este y encajonarse a los restos del mismo con una técnica de ejecución que difiere en los volúmenes con el muro al que se adosa. Como decimos el grosor es menor, y al igual que el vano primero se encuentra realizado con dinteles que presentan pilares de ladrillos rectangulares, que se encuentran en malas condiciones de conservación. Creemos que estas características indican que este vano es realizado con posterioridad a la propia realización inicial de este ámbito constructivo, y obedece a una reforma espaciotemporal posterior de la génesis del conjunto.
El tercer vano aparece en la zanja 3, en su extremo más al norte, es identificado como la unidad estratigráfica 18, y se traduce como la discontinuidad del muro longitudinal identificado anteriormente como unidades estratigráficas 20, 21 y 22. En este caso concreto entre la U.E.21 y U.E.22. Presenta una sección abocinada, siendo su parte que da al exterior del edificio (este) más ancho que su parte que da al interior del edificio (oeste). Este vano presenta una amortización parcial del mismo, que es la unidad estratigráfica 19, consistente en un muro de al menos una hilada de ladrillos macizos dispuesto de canto y pegados con argamasa. Este vano presenta escalones hacia el exterior realizados con ladrillos. Sobre los mismos se aprecian múltiples capas de cal, lo que indicaría una amortización de los mismos.
La fábrica de este vano difiere de la fábrica de los muros a los que se adosa, siendo estos de piedras y los dinteles de los vanos de ladrillos y ligeramente más estrechos, al igual que el vano predecesor lo consideramos como un añadido más moderno a la construcción inicial.
Este vano aunque amortizado, total o parcialmente, nos adentra en otra segunda estancia secundaria de la nave principal, que ha sido parcialmente identificada en planta y una parte de la misma limpiada en el extremo norte de la Zanja 3.
La estructura presenta un suelo realizado con ladrillos mazaríes, macizos, que presentan unas dimensiones de 30 centímetros por 14 centímetros. Estos se encuentran dispuestos en spicatum o simulando la disposición de las espinas de pez. Este pavimento lo hemos identificado como unidad estratigráfica 8. Y lo tenemos atestiguado en dos puntos tanto en la esquina sureste del ámbito 1 como en el área norte de este mismo ámbito 1.
En la esquina sureste nos encontramos con un retazo muy pequeño de pavimento adosado al muro U.E.20 esquina muro 4.1.
El mejor fragmento de suelo conservado se documenta en la Zanja 5. Aquí se documenta una gran extensión que se extiende desde el área central hasta la zona este, encontrándose adosado a los restos del muro longitudinal identificado como U.E. 22. Al norte se extiende hasta el escalón que denominamos U.E.33 y hacia el sur se pierde en el perfil.
Bajo este pavimento podemos encontrar un nivel muy homogéneo y horizontal de argamasa que sirve de cama al pavimento, estando atestiguados en todas las Zanjas en la parte interna de la estructura. Este nivel lo identificamos como U.E.14.
Al norte de este pavimento documentamos dos gradas o escalones, unidades 31 y 32. Adosadas al muro identificado como U.E.10.
Al este del ámbito 1 documentamos una habitación o nuevo ámbito, que se relaciona con el primero con el vano tercero o unidad estratigráfica 18, se trata de una habitación de forma rectangular de mucho menos tamaño que el ámbito 1, y que sin ningún género de dudas obedece a una incorporación o ampliación más moderna de ámbito 1.
Esta estructura que no ha sido vaciada ni investigada en profundidad si ha podido ser delimitada. Sus límites están bien definidos y son al oeste el muro 21 y 22, con el vano 18 que es el que da acceso desde el ambiente 1 a este ambiente 2. Al este tenemos el muro alejado de la estructura principal que sería la Unidad estratigráfica 38. Ambos sectores, o ambos muros, son paralelos entre sí y constituyen los lados largos del rectángulo.
El muro numerado como U.E.38 presenta dos elementos muy interesantes que se corresponden con dos contrafuertes adosados al mismo que refuerzan o contienen la presión y empuje de la estructura en el área de mayor desnivel. Estos dos contrafuertes son las unidades 40 y 44.
Al norte tendríamos la continuación del muro, U.E.10, que es la unidad 35. Y al sur nos encontramos con el muro U.E.25 que cerraría el perímetro de la estructura.
El tercer vano que nos aparece que es el 12 parece corresponderse con una puerta de acceso lateral al edificio, en sus proximidades se han documentado dos retazos distintos de pavimentos de piedra, que hemos identificado como una zona de patio o de exterior con un tratamiento algo más cuidado, quizás un atrio de entrada o porche o similar.
En cuanto al material recuperado en estos dos ámbitos es muy poco numeroso pero aún así nos permite dar algunas precisiones cronológicas al respecto.
Sobre el nivel de pavimento, o en su defecto sobre la cama de argamasa del pavimento, se observa un nivel bastante homogéneo de cenizas y tierra muy oscura que presenta una gran concentración de clavos y elementos metálicos férricos similares. Sobre este nivel de cenizas se aprecia un nivel muy potente de piedras cascotes, ladrillos y tejas que en algún punto llega a tener algo más de un metro de grosor.
Dentro de este nivel podemos indicar que hay zonas donde el volumen de fragmentos de tejas es muy alto y que están directamente depositados sobre los niveles oscuros. (U.E.3). Desde el pavimento hacia arriba todo el material antrópico recuperado indica una utilización moderna / contemporánea del inmueble, con diversas porcelanas (alguna Pickman), y material cerámico que podría fecharse en la primera mitad del siglo XX. Destaca por cantidad un lote de material situado en las inmediaciones de la Unidad 16, que hemos interpretado como escalón del vano 12.
Resumiendo un poco esta fase constructiva tenemos dos ambientes relacionados entre sí, en el que tenemos una gran sala rectangular o nave, realizada con muros de buena factura, con tratamiento de la superficie, con enlucidos que regularizan la superficie, que tiene al fondo una parte elevada mediante dos escalones o gradas, con una imponente puerta principal, otra puerta posterior lateral y otra habitación secundaria y más pequeña a la que se accede por un vano secundario y que todo parece apuntar a que es posterior a la fase de construcción principal. Estructura que debió de tener una techumbre con armazón de madera y cubierta de teja curva o morisca, está techumbre debió de sufrir un incendio como lo indica el nivel horizontal de cenizas, además de la gran acumulación justo encima de restos de tejas, lo que indica que tras el incendio el techo se desploma. Los materiales que aparecen sobre el pavimento y sobre los niveles superiores indican un hábitat estacional y quizás puntual en el interior de la estructura.
Un edificio de esta factura no es un edificio normal en una aldea, y obedece a un uso especial del mismo, la zona señorial de esta cortijada se situaría en las inmediaciones de la torre, luego no es la zona señorial del cortijo, la zona industrial se sitúa en las inmediaciones del área investigada y se concreta en el molino de aceite que existe más abajo.
Toda aldea o pueblo o barriada en la edad moderna tenía que tener un edificio de culto religioso y puesto que en este área había un pequeño núcleo de población es esta la hipótesis más plausible. Creemos haber identificado en estas ruinas los restos de una iglesia, ermita o capilla cristiana.
Aportando algún dato más creemos que el ámbito 2 que es a todas luces un estructura más pequeña y secundaria se corresponde con la sacristía o área domestica de la capilla y el gran contrafuerte identificado como Unidad 40 que se encuentra adosado a este ámbito dos podría corresponderse a la cimentación muy deteriorada de un campanario.
Además no podemos olvidar los restos de decoración mural aparecidos en el sector norte de la estructura y un hallazgo pequeño pero con un importante contenido funcional, en el interior de esta unidad 11, que es un nivel de derrumbe de la estructura, se localiza un fragmento de copa de cristal con decoración en relieve al exterior, número de inventario 62, en el que se aprecia un motivo geométrico o floral y encima de este una cenefa que alterna cuadrados en relieve con cruces del tipo “ensanchada” o “patada”, en el fragmento sólo se ha conservado una, este fragmento debe de corresponderse con una copa o cáliz ceremonial.
Hemos indagado y hablado con vecinos de la zona de la Alquería y Torrealquería[3], y hemos podido identificar una persona que cuando era niño residió con su familia en las proximidades del cortijo Mollina, de la que su familia tenía arrendada parte de esta cortijada y que nos indica que en la década de los años 30 (entre 1931-1933) alguién incendio los restos de la antigua Ermita o Capilla de Santa Ana, en el área donde hemos intervenido. Edificio que una vez quemado y desplomado queda en desuso.
Bastante años después la pequeña aldea de Torrealquería que se encontraba bajo el paraguas del Cortijo del Conde de Mollina, se traslada de ubicación y todas las ruinas de la aldea más otras instalaciones ruinosas fueron arrasadas con un buldócer, momento en que los restos de la capilla que habían servido de cantera de material de construcción, tras su quema y abandono, fueron allanados y arrasados, quedando casi borrados de la superficie.
Se hace bastante difícil precisar una cronología clara de fundación de esta estructura, en este sentido la información historiográfica que indica la existencia de esta capilla-ermita- iglesia es casi inexistente y se limita a información publicada por Madoz, en 1845, en la que se indica la existencia de una capilla donde fueron bautizados los primeros pobladores de la zona. Gracias a otros investigadores sabemos que en 1545 Diego de Cazalla ha acumulado grandes propiedades de tierras en la Alquería y solicita al Concejo de Málaga permiso para hacer una repoblación en la zona, llegando a asentarse hasta 15 familias de moriscos traídos de la vecina población de Monda.
Los archivos del Condado de Mollina son propiedad de sus herederos y no están a disposición de los investigadores, es por ello por lo que no se pueden aportar más datos de este edificio y de esta gran hacienda del siglo XVI.
Hemos revisado información, de poblaciones cercanas al área investigada, buscando paralelos y edificios de similares características, y son muchos los ejemplos existentes y documentados. SÁNCHEZ GARRIDO (2015)[4] documenta abundantes paralelos cercanos a nuestro municipio.
Durante el siglo XVI se asiste a un boum de construcción de iglesias - capillas- ermitas en todo el Valle del Guadalhorce, entre las mejor estudiadas destacan: Virgen de Gracia en Alhaurín el Grande, Virgen de la Asunción en Almogía, Virgen de Flores en Álora. Virgen de los Remedios de Cártama...
Todos los indicios parecen indicar que este siglo XVI, momento en que se asienta un núcleo de población en Torrealquería, y es el momento en que se construye y levanta este edificio. Debajo de el pavimento de ladrillos, y de la cama de argamasa sobre la que descansa, se han encontrado numerosos fragmentos cerámicos de los cuales dos han podido ser identificados como cerámica con decoración tipo Paterna (Zanja 3, U.E.15, dentro del número de inventario 72) , y en las inmediaciones de la estructura asociados a la Unidad estratigráfica 24 se han localizado varios fragmentos decorados con fondo blanco con motivos azules que podrían corresponderse también con cerámicas del tipo talaverana o de Manises de idéntica cronología ( número de inventario 77).
En varios puntos donde se ha profundizado un poco más en las Zanjas donde se ha trabajado, nos hemos encontrados con otras estructuras que sirven de cimentación de las estructuras de época modera/ contemporáneas. Estas evidencias representan en la Zanja 1 interior, Zanja 5 interior, Zanja 3 interior y exterior, y Zanja 2 interior y exterior
Bajo la unidad estratigráfica 20, y una vez que se ha profundizado ligeramente en varios puntos cercanos a este muro y donde no se encontraba, o se habían perdido las unidades 8 y 14, hemos documentado un potente nivel de sedimentos denominados U.E.15, en el que se aprecia una amalgama de restos óseos humanos descontextualizados y sin conexión anatómica con fragmentos cerámicos, destacando entre estos un importante número de elementos identificables como cerámicas de época bajomedieval.
Este material es recogido en el número de inventario 73, y entre su contenido destaca la presencia de fragmentos de jarritas bizcochadas, fragmentos de ataifores vidriados al interior con vidriados verdes y líneas de manganeso.
Asociado a este nivel deposicional documentamos el gran muro identificado como U.E.24, a todas luces más potente y de distinta fábrica a los que se asientan sobre él, estos son las U.E.20, 21 y 22.
Justo por debajo del muro identificado como U.E.29, en el sector más al oeste de las dos zanjas, aparecen los restos muy arrasados de una estructura U.E.51 que podría corresponderse con un poyete muy expoliado o con las ultimas hiladas de un muro que discurriría más bajo y sobre el que se asienta el más moderno, además dando cierta coherencia a esta idea estaría el hecho irrefutable de que este muro discurre en paralelo a U.E.24.
En este sector es donde más evidencias de una ocupación medieval han aparecido en el área de intervención. Estructuralmente hemos documentado en el lado interior de esta zanja la aparición de la estructura muraría ya identificada en Z-1 y Z-5, que es la U.E.24 y que indica la presencia de una construcción más antigua sepultada por la ermita moderna.
Hemos podido testear esta estructura en dos zanjas de comprobación realizada la primera debajo de la estructura U.E.20 y justo en la zona situada al lado del vano 12, al sur del mismo.
Asociado a este muro aparece el potente estrato de material arqueológico revuelto que previamente hemos identificado como U.E.15. De su interior se ha recuperado un conjunto de restos óseos humanos, en su mayoría de individuos infantiles, mezclado con restos cerámicos, estos se han numerado con el número de inventario 75, y entre su contenido destacan ataifores de borde quebrado con vidriado verde, un fragmento de cazuela carenada sin vidriar, jarritas bizcochadas y un fragmento de ataifor con vidriado beige y líneas de manganeso.
La segunda comprobación ha sido realizada al sur de dicho vano, justo por debajo del muro U.E. 21 y se ha documentado la existencia de la misma unidad constructiva. Asociada a este muro se documenta el paquete de sedimentos numerado como U.E.15, donde vuelven a aparecer restos óseos sin conexión anatómica y sin ninguna interconexión entre los mismos fusionados con material cerámico, número de inventario 72, en el que destaca por numerosos de fragmentos los ataifores de borde quebrado vidriados al interior en verde y con decoración de líneas de manganeso, las jarritas bizcochadas con y sin decoración con manganeso, las jarras y jarros con chorreones y líneas de almagra y manganeso, un fragmento de candil y de época algo más moderna los dos fragmentos de paterna.
Hay que decir que ambas micro zanjas internas han sido realizadas en sectores donde a todas luces se apreciaba una remoción o eliminación previa de las unidades constructivas 8 y 14, es decir el pavimento de ladrillos y su argamasa.
En el exterior de esta Zanja 3 se ha podido documentar este muro U.E.24, que se observa continuo a todo lo largo del área investigada. Esta parte no se ha profundizado pues se aprecia una reutilización de esta estructura en época moderna. De hecho este muro presenta amplias zonas donde se ha conservado el encalado directamente de las piedras, sin ningún tratamiento de las superficies a modo de enlucido. El material recuperado en este sector indica una fuerte remodelación y ocupación del área externa en época moderna.
En la zona externa de esta zanja que se ha procedido a limpiar en la segunda fase se ha documentado la misma dinámica constructiva observada en otras áreas.
Hablamos de estructuras modernas que se asientan o cimentan sobre otras estructuras más potentes y que difieren sustancialmente de la fábrica del edificio moderno. Bajo el muro 10 del edifico moderno documentamos otro muro más potente que identificamos como 23. Se ve a simple vista que este sector ha sido fuertemente remozado, a simple vista se aprecia una serie de grietas y de desplazamiento de la estructura, que ha hecho que los muros se hayan tenido que arreglar en distintas fases históricas.
Hemos comentado que la estructura soterrada que creemos que es medieval difiere sensiblemente de la estructura moderna en cuanto a fábrica, y robustez, en este sentido todo parece apuntar que los muros antiguos están mejor fabricados, son más regulares a la vez que más gruesos, además hemos podido documentar el hecho de que los puntos que sustentan más peso o tensión que son las esquinas se encuentran rematados por un refuerzo de sillares de arenisca, que se documentan en el muro 23 intersección con el 24, por debajo de 22 y de 23 con 29, además en la unión entre 29 y 4 también aparece otro sillar reforzando la esquina o ángulo. Fuera del área de intervención también hemos documentado esta técnica constructiva en el ángulo entre U.E.35 y U.E. 38. Correspondiéndose ambos muros con el perímetro externo del ámbito 2.
Esta técnica constructiva de reforzar las esquinas con sillares rectangulares de arenisca se encuentra perfectamente documentada en la fábrica de la torre exenta que se encuentra a unos escasos 200 metros de la ermita.
Nos queda claro que el edificio religioso de época moderna amortiza y ocupa el espacio de una estructura más antigua que a todas luces es un edifico importante de la alquería nazarí donde se asienta, y que se encuentra a medio camino entre la zona de hábitat y defensa y la zona de necrópolis documentada en 2015. es posible que estemos hablando de la estructura conservada de una mezquita o rabita islámica reconvertida en capilla cristiana, hecho que por otra parte viene siendo habitual en territorios conquistado por los cristianos al islán o a Al-Ándalus.
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(*) Este texto forma parte del informe/ resumen realizado para el Anuario Arqueológico de Andalucía del año 2017.
JOSÉ ANTONIO SANTAMARÍA GARCÍA.
RESUMEN
La actividad arqueológica preventiva llevada a cabo nos ha permitido documentar la planta completa de un edificio religioso que hemos identificado con la Ermita de Santa Ana. Edificio que tiene sus orígenes durante el siglo XVI, en la reutilización de estructuras islámicas, y que queda amortizada tras ser incendiada en 1931.
SUMMARY
The preventive archaeological activity carried out has allowed us to document the complete plant of a religious building that we have identified with the Hermitage of Santa Ana. Building that has its origins during the sixteenth century in the reuse of Islamic structures and that is amortized after being set on fire in 1931.
UBICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
El yacimiento que nos ocupa, se ubica en las primeras estribaciones de la Sierra de Cártama en la vertiente que cae hacia Alhaurín de la Torre; el emplazamiento de dicha alquería es tremendamente estratégico, pues se encuentra controlando una vía de comunicación que une el área del Valle del Guadalhorce con esta área agropecuaria secundaria que es el valle del Arroyo del Valle, conocido antiguamente como Val de Santa María o La Alquería.
Esta alquería y su torre está controlando el acceso a este camino que atraviesa la Sierra de Mijas y en el otro extremo está el castillo de Cártama y su villa, importante bastión nazarí.
El yacimiento se encuentra ubicado en una pendiente que baja suavemente desde la propia Sierra de Cártama hacia el Arroyo del Valle, y se encuentra muy vapuleado por la acción del hombre y de las condiciones climáticas. Este yacimiento no queda despoblado tras la reconquista cristiana, sino que va a ser colonizado y repoblado varias veces, lo cual ha generado una auténtica amalgama de estructuras y de reutilización de las mismas en diversas épocas.
El área de dispersión de los restos es muy amplia, y actualmente se observan restos culturales de diversos periodos cronológicos distintos. Algunos fragmentos de cerámicas campaniense y terra sigillata itálica apuntan a una ocupación republicana anterior a nuestra era.
El yacimiento se encuentra incluido en el Catálogo de Yacimientos del término municipal de Alhaurín de la Torre, con la signatura 29/007/26; y como tal goza de un perímetro de protección[1].
En la actualidad el yacimiento se encuentra seccionado por varios caminos modernos, caminos que nos han dejado al descubierto distintos sectores y diversas secciones del yacimiento, destacando el área de necrópolis o cementerio del mismo. Área muy afectada por procesos erosivos motivados por las fuertes lluvias del año 2015, que dejaron al descubierto diversos restos esqueléticos humanos.
Se realiza una intervención de urgencia que se traduce en la excavación de 6 tumbas, de las seis inhumaciones cinco presentan enterramientos en fosa simple; y un caso que no hemos podido documentar que es C.F.3, de ellos tres presentan fosa simple con el añadido de cubiertas con piedras y lajas de piedra, conformando un “tejado” en pendiente a una sola agua.
Mezclado con las propias tumbas se documenta material cerámico nazarí y los niveles estratigráficos que amortizan el campo santo mezclan materiales nazaríes con material cerámico moderno. Podemos concluir que se atestigua una fase de cementerio de época islámica, casi con toda seguridad de época nazarí, fechado entre mediados del siglo XIII- mediados del XV.
El ayuntamiento de Alhaurín de la Torre tiene previsto acometer un proyecto de índole cultural que contempla la restauración y puesta en valor de la torre almenara y de los restos constructivos del cortijo.
En tal sentido y como paso previo se pretende ahondar un poco más en el conocimiento real de los restos inmuebles existentes de cara a la evaluación de la idoneidad de su utilización para este futuro proyecto[2].
Justo por debajo del camino que divide al yacimiento en dos aparece un gran terraplén contenido por un muro de piedra seca que parece que reaprovecha algún tipo de estructura, con el fin de determinar la naturaleza de esta estructura y su cronología se realiza esta intervención.
METODOLOGÍA
El trabajo de campo realizado en Torrealquería se ha concretado en dos fases de excavación de un mes de duración cada una.
El área intervenida ha sido un gran rectángulo de unos 20 metros de largo por unos 8 de ancho, en cuyo interior se ha realizado un desbroce inicial y posteriormente en ese espacio se ha realizado el desescombro y vaciado, por métodos manuales, de 5 zanjas y cuyo objetivo principal ha sido el clarificar, definir y concretar diferentes puntos específicos de la estructura que se intuía debía de existir en el interior de este espacio.
Una vez desbrozada y limpiada la zona nos hemos encontrado con una plataforma o terraza relativamente llana y en la que a simple vista ya se podían apreciar algunas piedras que indicaban la existencia de muros con una forma ligeramente rectangular.
En el primer mes de trabajo de campo se han realizado un total de tres zanjas de unas dimensiones de 6 metros de largo por 2 metros de ancho. Las áreas de trabajo identificadas como Zanja 1 y Zanja 2 son colocadas transversalmente en los límites de esta estructura que se define como un espacio o ambiente homogéneo, y viene a coincidir con los límites norte y sur de esta edificación, siendo Z-1 el límite sur y Z-2 el límite norte.
Longitudinalmente, y en paralelo al gran muro que contiene al terraplén en su lado oeste, se sitúa la Zanja 3, el fin concreto de este área intervenida es definir si existe un cerramiento de la estructura en el punto donde aparece más desnivel.
El segundo mes de trabajo se materializa en la continuación y culminación de los trabajos en Z-1, Z-2 y Z-3 y en la apertura de tres nuevas áreas de trabajo, definidas como Zanja 3 exterior, Zanja 4 y Zanja 5. Además se limpia a nivel superficial el ambiente o ámbito 2 que queda fuera del área de investigación.
Del estudio de toda la información recogida de nuestra investigación hemos podido determinar dos momentos de ocupación de este sector del yacimiento, una ocupación que arranca de época moderna y termina unos años antes de la guerra civil, y un segundo momento peor caracterizado que parece coincidir con un primer momento de fundación de un edificio musulmán que es reaprovechado posteriormente por el edificio más moderno como cimentación.
Ocupación de época moderna y Contemporánea.
Ámbito 1.
En el primer periodo del trabajo, efectivamente, hemos podido concretar que nos encontramos en el interior de una estructura de forma rectangular, que presenta una orientación entrada al sur y cabecera al norte.
Este ambiente o ámbito 1 se concreta o se define por una serie de muros que nos indica la presencia de una estructura bien construida, con muros sólidos y cuyas principales características de los muros, son muy similares entre sí, esto es hiladas perfectamente horizontales de piedras de mediano a gran tamaño bien careadas, con un cuerpo central de piedras algo más pequeñas y una argamasa a base de un barro realizado con arcillas autóctonas del terreno de una apariencia o coloración verde amarillento, y con escasa presencia de pequeños nódulos de cal.
Los muros tienen unas superficies muy rectas, y en muchos puntos de los mismos hemos podido observar la incorporación a los mismos de enlucidos con distintas argamasas, encontrando o documentando puntos concretos donde aparecen argamasas realizadas con cemento, siendo las predominantes los enlucidos con argamasa a base de cal, y en algunos puntos simplemente el encalado de las piedras de los muros.
En este sentido hemos de decir que no hay un tratamiento de las superficies externas que predomine sobre el conjunto; sin lugar a dudas, esto indica una amplia pervivencia de uso de esta estructura con abundantes arreglos u obras menores de mantenimiento de la misma.
Fotografía aérea del área de limpieza.
En determinados puntos interiores de este ámbito hemos documentado los restos muy arrasados, a nivel de suelo, de lo que debió de ser una decoración mural del área norte de este ámbito. Fragmentos de esta decoración mural han aparecido concentrados en los niveles de derrumbe del ángulo noreste de este edificio. Parece identificarse algún tipo de decoración geométrica o floral realizada con líneas negras sobre fondos beige/ amarillentos y rosáceos. En cualquier caso son elementos descontextualizados pues se encuentran muy fragmentados y mezclados con los materiales de los derrumbes de los muros.
Muchos de estos fragmentos de pared decorada se encuentran además bajo una gruesa capa de cal o pintura blanca, lo que además nos indica que llegó un momento en que fueron tapadas cuando aún estaban en su posición original, habiendo perdido su función decorativa, ya sea por modismos o por la fragilidad de las pinturas o por un deficiente estado de conservación de las mismas. Estaban amortizadas y tapadas durante la vida de esta sala o ambiente y mucho antes de ser destruidas las paredes del edificio.
Del edificio propiamente podemos apuntar una serie de datos obtenidos del trabajo de campo que nos permiten adentrarnos en la naturaleza y función del mismo. Nos encontramos con un espacio cerrado de una nave o planta rectangular de grandes dimensiones, que debió de ser relativamente alto, pues en algunos puntos hemos localizado alzados superiores, pese al arrasamiento sufrido, a 1,50 metros.
Esta nave, este ambiente, presenta tres discontinuidades en su perímetro murario que podemos identificar, sin ningún género de dudas, como vanos, estos presentan a modo de refuerzo pilares o dinteles de ladrillos, elementos que sin ser extraños en la estructura no son excesivamente habituales.
Cada uno de los vanos cumple una funcionalidad específica y tiene unas características especiales que los hacen distintos entre sí. El primero de ellos es el identificado como U.E.7 que se identifica como un escalón macizo de piedra caliza rectangular de sección cuadrangular, cuyos dinteles están bien encajados en la estructura y suponen una continuidad de la misma, este escalón tiene como dintel la unidad estratigráfica 5 y en su otro extremo hemos identificado otra unidad idéntica pero literalmente arrasada por la destrucción y arrasamiento de la estructura con buldócer, identificada como 5.1.
Esta Unidad estratigráfica 7 se documenta en la zanja 1 en el extremo más situado al sur de la estructura y la interpretamos como la puerta principal de entrada al edificio, edificio de una sola planta rectangular, entrada que es coetánea temporalmente a la realización de la estructura.
Fotografía de detalle de los trabajos en Z-2 y Z-4, donde se aprecia que tras el relleno aparece el pavimento de ladrillos U.E.8. Véase en la parte inferior derecha la parte expoliada del pavimento.
El segundo de los vanos aparece en la Zanja 3 es identificado con la Unidad estratigráfica 12, y representa, junto con la U.E. 18, la rotura del muro longitudinal situado más al este del edificio, muro que hemos identificado con las unidades 20, 21 y 22. En concreto entre U.E.20 y U.E.21.
Este vano no presenta una ejecución tan clara, limpia y armónica con el muro al que se adosa, como el primer ejemplo anterior, más bien parece destruir este y encajonarse a los restos del mismo con una técnica de ejecución que difiere en los volúmenes con el muro al que se adosa. Como decimos el grosor es menor, y al igual que el vano primero se encuentra realizado con dinteles que presentan pilares de ladrillos rectangulares, que se encuentran en malas condiciones de conservación. Creemos que estas características indican que este vano es realizado con posterioridad a la propia realización inicial de este ámbito constructivo, y obedece a una reforma espaciotemporal posterior de la génesis del conjunto.
El tercer vano aparece en la zanja 3, en su extremo más al norte, es identificado como la unidad estratigráfica 18, y se traduce como la discontinuidad del muro longitudinal identificado anteriormente como unidades estratigráficas 20, 21 y 22. En este caso concreto entre la U.E.21 y U.E.22. Presenta una sección abocinada, siendo su parte que da al exterior del edificio (este) más ancho que su parte que da al interior del edificio (oeste). Este vano presenta una amortización parcial del mismo, que es la unidad estratigráfica 19, consistente en un muro de al menos una hilada de ladrillos macizos dispuesto de canto y pegados con argamasa. Este vano presenta escalones hacia el exterior realizados con ladrillos. Sobre los mismos se aprecian múltiples capas de cal, lo que indicaría una amortización de los mismos.
La fábrica de este vano difiere de la fábrica de los muros a los que se adosa, siendo estos de piedras y los dinteles de los vanos de ladrillos y ligeramente más estrechos, al igual que el vano predecesor lo consideramos como un añadido más moderno a la construcción inicial.
Este vano aunque amortizado, total o parcialmente, nos adentra en otra segunda estancia secundaria de la nave principal, que ha sido parcialmente identificada en planta y una parte de la misma limpiada en el extremo norte de la Zanja 3.
La estructura presenta un suelo realizado con ladrillos mazaríes, macizos, que presentan unas dimensiones de 30 centímetros por 14 centímetros. Estos se encuentran dispuestos en spicatum o simulando la disposición de las espinas de pez. Este pavimento lo hemos identificado como unidad estratigráfica 8. Y lo tenemos atestiguado en dos puntos tanto en la esquina sureste del ámbito 1 como en el área norte de este mismo ámbito 1.
En la esquina sureste nos encontramos con un retazo muy pequeño de pavimento adosado al muro U.E.20 esquina muro 4.1.
El mejor fragmento de suelo conservado se documenta en la Zanja 5. Aquí se documenta una gran extensión que se extiende desde el área central hasta la zona este, encontrándose adosado a los restos del muro longitudinal identificado como U.E. 22. Al norte se extiende hasta el escalón que denominamos U.E.33 y hacia el sur se pierde en el perfil.
Bajo este pavimento podemos encontrar un nivel muy homogéneo y horizontal de argamasa que sirve de cama al pavimento, estando atestiguados en todas las Zanjas en la parte interna de la estructura. Este nivel lo identificamos como U.E.14.
Fotografía Planta final de Z-2 y Z-4. Se puede observar el área identificada como altar.
Al norte de este pavimento documentamos dos gradas o escalones, unidades 31 y 32. Adosadas al muro identificado como U.E.10.
Ámbito 2.
Al este del ámbito 1 documentamos una habitación o nuevo ámbito, que se relaciona con el primero con el vano tercero o unidad estratigráfica 18, se trata de una habitación de forma rectangular de mucho menos tamaño que el ámbito 1, y que sin ningún género de dudas obedece a una incorporación o ampliación más moderna de ámbito 1.
Esta estructura que no ha sido vaciada ni investigada en profundidad si ha podido ser delimitada. Sus límites están bien definidos y son al oeste el muro 21 y 22, con el vano 18 que es el que da acceso desde el ambiente 1 a este ambiente 2. Al este tenemos el muro alejado de la estructura principal que sería la Unidad estratigráfica 38. Ambos sectores, o ambos muros, son paralelos entre sí y constituyen los lados largos del rectángulo.
El muro numerado como U.E.38 presenta dos elementos muy interesantes que se corresponden con dos contrafuertes adosados al mismo que refuerzan o contienen la presión y empuje de la estructura en el área de mayor desnivel. Estos dos contrafuertes son las unidades 40 y 44.
Al norte tendríamos la continuación del muro, U.E.10, que es la unidad 35. Y al sur nos encontramos con el muro U.E.25 que cerraría el perímetro de la estructura.
El tercer vano que nos aparece que es el 12 parece corresponderse con una puerta de acceso lateral al edificio, en sus proximidades se han documentado dos retazos distintos de pavimentos de piedra, que hemos identificado como una zona de patio o de exterior con un tratamiento algo más cuidado, quizás un atrio de entrada o porche o similar.
En cuanto al material recuperado en estos dos ámbitos es muy poco numeroso pero aún así nos permite dar algunas precisiones cronológicas al respecto.
Sobre el nivel de pavimento, o en su defecto sobre la cama de argamasa del pavimento, se observa un nivel bastante homogéneo de cenizas y tierra muy oscura que presenta una gran concentración de clavos y elementos metálicos férricos similares. Sobre este nivel de cenizas se aprecia un nivel muy potente de piedras cascotes, ladrillos y tejas que en algún punto llega a tener algo más de un metro de grosor.
Dentro de este nivel podemos indicar que hay zonas donde el volumen de fragmentos de tejas es muy alto y que están directamente depositados sobre los niveles oscuros. (U.E.3). Desde el pavimento hacia arriba todo el material antrópico recuperado indica una utilización moderna / contemporánea del inmueble, con diversas porcelanas (alguna Pickman), y material cerámico que podría fecharse en la primera mitad del siglo XX. Destaca por cantidad un lote de material situado en las inmediaciones de la Unidad 16, que hemos interpretado como escalón del vano 12.
Resumiendo un poco esta fase constructiva tenemos dos ambientes relacionados entre sí, en el que tenemos una gran sala rectangular o nave, realizada con muros de buena factura, con tratamiento de la superficie, con enlucidos que regularizan la superficie, que tiene al fondo una parte elevada mediante dos escalones o gradas, con una imponente puerta principal, otra puerta posterior lateral y otra habitación secundaria y más pequeña a la que se accede por un vano secundario y que todo parece apuntar a que es posterior a la fase de construcción principal. Estructura que debió de tener una techumbre con armazón de madera y cubierta de teja curva o morisca, está techumbre debió de sufrir un incendio como lo indica el nivel horizontal de cenizas, además de la gran acumulación justo encima de restos de tejas, lo que indica que tras el incendio el techo se desploma. Los materiales que aparecen sobre el pavimento y sobre los niveles superiores indican un hábitat estacional y quizás puntual en el interior de la estructura.
Fotografía aérea donde se han indicado las principales unidades documentadas.
Un edificio de esta factura no es un edificio normal en una aldea, y obedece a un uso especial del mismo, la zona señorial de esta cortijada se situaría en las inmediaciones de la torre, luego no es la zona señorial del cortijo, la zona industrial se sitúa en las inmediaciones del área investigada y se concreta en el molino de aceite que existe más abajo.
Toda aldea o pueblo o barriada en la edad moderna tenía que tener un edificio de culto religioso y puesto que en este área había un pequeño núcleo de población es esta la hipótesis más plausible. Creemos haber identificado en estas ruinas los restos de una iglesia, ermita o capilla cristiana.
Aportando algún dato más creemos que el ámbito 2 que es a todas luces un estructura más pequeña y secundaria se corresponde con la sacristía o área domestica de la capilla y el gran contrafuerte identificado como Unidad 40 que se encuentra adosado a este ámbito dos podría corresponderse a la cimentación muy deteriorada de un campanario.
Además no podemos olvidar los restos de decoración mural aparecidos en el sector norte de la estructura y un hallazgo pequeño pero con un importante contenido funcional, en el interior de esta unidad 11, que es un nivel de derrumbe de la estructura, se localiza un fragmento de copa de cristal con decoración en relieve al exterior, número de inventario 62, en el que se aprecia un motivo geométrico o floral y encima de este una cenefa que alterna cuadrados en relieve con cruces del tipo “ensanchada” o “patada”, en el fragmento sólo se ha conservado una, este fragmento debe de corresponderse con una copa o cáliz ceremonial.
Hemos indagado y hablado con vecinos de la zona de la Alquería y Torrealquería[3], y hemos podido identificar una persona que cuando era niño residió con su familia en las proximidades del cortijo Mollina, de la que su familia tenía arrendada parte de esta cortijada y que nos indica que en la década de los años 30 (entre 1931-1933) alguién incendio los restos de la antigua Ermita o Capilla de Santa Ana, en el área donde hemos intervenido. Edificio que una vez quemado y desplomado queda en desuso.
Planta final de la excavación.
Bastante años después la pequeña aldea de Torrealquería que se encontraba bajo el paraguas del Cortijo del Conde de Mollina, se traslada de ubicación y todas las ruinas de la aldea más otras instalaciones ruinosas fueron arrasadas con un buldócer, momento en que los restos de la capilla que habían servido de cantera de material de construcción, tras su quema y abandono, fueron allanados y arrasados, quedando casi borrados de la superficie.
Se hace bastante difícil precisar una cronología clara de fundación de esta estructura, en este sentido la información historiográfica que indica la existencia de esta capilla-ermita- iglesia es casi inexistente y se limita a información publicada por Madoz, en 1845, en la que se indica la existencia de una capilla donde fueron bautizados los primeros pobladores de la zona. Gracias a otros investigadores sabemos que en 1545 Diego de Cazalla ha acumulado grandes propiedades de tierras en la Alquería y solicita al Concejo de Málaga permiso para hacer una repoblación en la zona, llegando a asentarse hasta 15 familias de moriscos traídos de la vecina población de Monda.
Los archivos del Condado de Mollina son propiedad de sus herederos y no están a disposición de los investigadores, es por ello por lo que no se pueden aportar más datos de este edificio y de esta gran hacienda del siglo XVI.
Hemos revisado información, de poblaciones cercanas al área investigada, buscando paralelos y edificios de similares características, y son muchos los ejemplos existentes y documentados. SÁNCHEZ GARRIDO (2015)[4] documenta abundantes paralelos cercanos a nuestro municipio.
Durante el siglo XVI se asiste a un boum de construcción de iglesias - capillas- ermitas en todo el Valle del Guadalhorce, entre las mejor estudiadas destacan: Virgen de Gracia en Alhaurín el Grande, Virgen de la Asunción en Almogía, Virgen de Flores en Álora. Virgen de los Remedios de Cártama...
Detalle de la limpieza de dos cráneos infantiles.
Todos los indicios parecen indicar que este siglo XVI, momento en que se asienta un núcleo de población en Torrealquería, y es el momento en que se construye y levanta este edificio. Debajo de el pavimento de ladrillos, y de la cama de argamasa sobre la que descansa, se han encontrado numerosos fragmentos cerámicos de los cuales dos han podido ser identificados como cerámica con decoración tipo Paterna (Zanja 3, U.E.15, dentro del número de inventario 72) , y en las inmediaciones de la estructura asociados a la Unidad estratigráfica 24 se han localizado varios fragmentos decorados con fondo blanco con motivos azules que podrían corresponderse también con cerámicas del tipo talaverana o de Manises de idéntica cronología ( número de inventario 77).
Ocupación de época medieval.
En varios puntos donde se ha profundizado un poco más en las Zanjas donde se ha trabajado, nos hemos encontrados con otras estructuras que sirven de cimentación de las estructuras de época modera/ contemporáneas. Estas evidencias representan en la Zanja 1 interior, Zanja 5 interior, Zanja 3 interior y exterior, y Zanja 2 interior y exterior
Zanja 1 y Zanja 5
Bajo la unidad estratigráfica 20, y una vez que se ha profundizado ligeramente en varios puntos cercanos a este muro y donde no se encontraba, o se habían perdido las unidades 8 y 14, hemos documentado un potente nivel de sedimentos denominados U.E.15, en el que se aprecia una amalgama de restos óseos humanos descontextualizados y sin conexión anatómica con fragmentos cerámicos, destacando entre estos un importante número de elementos identificables como cerámicas de época bajomedieval.
Este material es recogido en el número de inventario 73, y entre su contenido destaca la presencia de fragmentos de jarritas bizcochadas, fragmentos de ataifores vidriados al interior con vidriados verdes y líneas de manganeso.
Asociado a este nivel deposicional documentamos el gran muro identificado como U.E.24, a todas luces más potente y de distinta fábrica a los que se asientan sobre él, estos son las U.E.20, 21 y 22.
Justo por debajo del muro identificado como U.E.29, en el sector más al oeste de las dos zanjas, aparecen los restos muy arrasados de una estructura U.E.51 que podría corresponderse con un poyete muy expoliado o con las ultimas hiladas de un muro que discurriría más bajo y sobre el que se asienta el más moderno, además dando cierta coherencia a esta idea estaría el hecho irrefutable de que este muro discurre en paralelo a U.E.24.
Zanja 3
En este sector es donde más evidencias de una ocupación medieval han aparecido en el área de intervención. Estructuralmente hemos documentado en el lado interior de esta zanja la aparición de la estructura muraría ya identificada en Z-1 y Z-5, que es la U.E.24 y que indica la presencia de una construcción más antigua sepultada por la ermita moderna.
Hemos podido testear esta estructura en dos zanjas de comprobación realizada la primera debajo de la estructura U.E.20 y justo en la zona situada al lado del vano 12, al sur del mismo.
Asociado a este muro aparece el potente estrato de material arqueológico revuelto que previamente hemos identificado como U.E.15. De su interior se ha recuperado un conjunto de restos óseos humanos, en su mayoría de individuos infantiles, mezclado con restos cerámicos, estos se han numerado con el número de inventario 75, y entre su contenido destacan ataifores de borde quebrado con vidriado verde, un fragmento de cazuela carenada sin vidriar, jarritas bizcochadas y un fragmento de ataifor con vidriado beige y líneas de manganeso.
La segunda comprobación ha sido realizada al sur de dicho vano, justo por debajo del muro U.E. 21 y se ha documentado la existencia de la misma unidad constructiva. Asociada a este muro se documenta el paquete de sedimentos numerado como U.E.15, donde vuelven a aparecer restos óseos sin conexión anatómica y sin ninguna interconexión entre los mismos fusionados con material cerámico, número de inventario 72, en el que destaca por numerosos de fragmentos los ataifores de borde quebrado vidriados al interior en verde y con decoración de líneas de manganeso, las jarritas bizcochadas con y sin decoración con manganeso, las jarras y jarros con chorreones y líneas de almagra y manganeso, un fragmento de candil y de época algo más moderna los dos fragmentos de paterna.
Hay que decir que ambas micro zanjas internas han sido realizadas en sectores donde a todas luces se apreciaba una remoción o eliminación previa de las unidades constructivas 8 y 14, es decir el pavimento de ladrillos y su argamasa.
En el exterior de esta Zanja 3 se ha podido documentar este muro U.E.24, que se observa continuo a todo lo largo del área investigada. Esta parte no se ha profundizado pues se aprecia una reutilización de esta estructura en época moderna. De hecho este muro presenta amplias zonas donde se ha conservado el encalado directamente de las piedras, sin ningún tratamiento de las superficies a modo de enlucido. El material recuperado en este sector indica una fuerte remodelación y ocupación del área externa en época moderna.
Zanja 2
En la zona externa de esta zanja que se ha procedido a limpiar en la segunda fase se ha documentado la misma dinámica constructiva observada en otras áreas.
Hablamos de estructuras modernas que se asientan o cimentan sobre otras estructuras más potentes y que difieren sustancialmente de la fábrica del edificio moderno. Bajo el muro 10 del edifico moderno documentamos otro muro más potente que identificamos como 23. Se ve a simple vista que este sector ha sido fuertemente remozado, a simple vista se aprecia una serie de grietas y de desplazamiento de la estructura, que ha hecho que los muros se hayan tenido que arreglar en distintas fases históricas.
Hemos comentado que la estructura soterrada que creemos que es medieval difiere sensiblemente de la estructura moderna en cuanto a fábrica, y robustez, en este sentido todo parece apuntar que los muros antiguos están mejor fabricados, son más regulares a la vez que más gruesos, además hemos podido documentar el hecho de que los puntos que sustentan más peso o tensión que son las esquinas se encuentran rematados por un refuerzo de sillares de arenisca, que se documentan en el muro 23 intersección con el 24, por debajo de 22 y de 23 con 29, además en la unión entre 29 y 4 también aparece otro sillar reforzando la esquina o ángulo. Fuera del área de intervención también hemos documentado esta técnica constructiva en el ángulo entre U.E.35 y U.E. 38. Correspondiéndose ambos muros con el perímetro externo del ámbito 2.
Esta técnica constructiva de reforzar las esquinas con sillares rectangulares de arenisca se encuentra perfectamente documentada en la fábrica de la torre exenta que se encuentra a unos escasos 200 metros de la ermita.
Nos queda claro que el edificio religioso de época moderna amortiza y ocupa el espacio de una estructura más antigua que a todas luces es un edifico importante de la alquería nazarí donde se asienta, y que se encuentra a medio camino entre la zona de hábitat y defensa y la zona de necrópolis documentada en 2015. es posible que estemos hablando de la estructura conservada de una mezquita o rabita islámica reconvertida en capilla cristiana, hecho que por otra parte viene siendo habitual en territorios conquistado por los cristianos al islán o a Al-Ándalus.
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SANTAMARÍA GARCÍA, José Antonio.: “Alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana de Alhaurín de la Torre”, Registro de entrada de la Conserjería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga, nº 1794 de 21 de Abril de 1994.
SANTAMARÍA GARCÍA, José Antonio.: “Alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana de Alhaurín de la Torre”, Registro de entrada de la Conserjería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga, nº 1794 de 21 de Abril de 1994.
Santamaría García, José Antonio: “Revisión y actualización del catálogo de yacimientos del término municipal de Alhaurín de la Torre”. 2011. Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. Málaga.
Servicio de Protección del P.H.A. Departamento de Catalogación e Inventario. Comunicación mediante correo electrónico del 22/09/2009.
[1] Santamaría García, J. A.: "Actualización del inventario de yacimientos arqueológicos del término municipal de Alhaurín de la Torre, Málaga”. Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga. 1998.
[2] La puesta en valor del conjunto histórico de Torre
Alquería o Alquería de la Torre
se encuentra contemplada dentro del “II Plan estratégico de Alhaurín de la Torre. 2015 / 2020”. Cuaderno de trabajo para la planificación y
desarrollo del término municipal de Alhaurín de la Torre. Puede verse en la web
municipal, apartado EDUSI.
[3]
Hemos recibido la información de D.
Francisco Fernández Cabrera que nació en Torrealquería en 1933, era hijo de D.
Juan Fernández Fernández y de María Cabrera González, arrendadores de parte de
las tierras del Conde de Mollina.
[4] Sánchez Garrido, María José: “Santuarios Marianos del Valle del Guadalhorce.
Iconografía, arte y religiosidad popular”. Tesis doctoral Inédita. Departamento
de Historia del Arte. Uma. 2015.
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