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domingo, 14 de diciembre de 2025

Alaulín de la Torre en el Libro de Composiciones. Capítulo 1: Proceso de investigación.

Este texto forma parte de un libro, editado por la Delegación de Patrimonio Histórico-Artístico del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, publicado en el año 2017 y presentado en el Centro Cultural Vicente Aleixandre, el 19 octubre de ese mismo año, dentro de la XIII edición del ciclo "Alhaurín y su historia".

 

 

Proceso de Investigación 

 

Desde que terminé mi licenciatura en Geografía e Historia en la UMA[1], llevo investigando el pasado de nuestro término municipal. No soy alhaurino de nacimiento, pero he pasado casi toda mi vida aquí, de hecho vivo y trabajo aquí. Mis investigaciones siempre se han centrado en el estudio de “las piedras”, como dirían algunos, y de la arqueología y otros vestigios del pasado de Alhaurín de la Torre, que sería la manera más acorde de denominarlo.

 

Pese a llevar muchísimos años investigando sobre el terreno, no hemos sido muy prolíficos a la hora de publicar los resultados de nuestras investigaciones, de hecho realmente hemos publicado muy poco al respecto. Tras tanto tiempo transcurrido, algo más de 20 años, nos hemos dado cuenta de que no es lógico investigar y luego no publicar esa información obtenida, bien es verdad, que de una manera esporádica han ido apareciendo algunos artículos y colaboraciones nuestras en diversos medios en papel y de comunicación sobre todo digital[2].

Dispuesto a corregir esta impostura, poco a poco, nos hemos ido uniendo a esa “comunidad” de investigadores que, con más ganas que medios, indagamos y revolvemos, en ese saco sin fondo que es nuestro pasado, para sacar un dato histórico, un hecho curioso… que aporte luz a la historia y el devenir de nuestro municipio.

 

Investigar y publicar sobre nuestro término municipal no es fácil. Ya se han expurgado los archivos locales, provinciales e incluso nacionales buscando datos. Y sobre el tema arqueológico nos encontramos con el gran problema de siempre, que es la endémica falta de medios, habitual, por desgracia, en nuestra profesión. No es lo mismo, por poner un ejemplo, querer hacer una investigación histórica, en la que uno se dirige a un archivo y/o biblioteca a buscar información, invirtiendo tiempo libre y dinero en desplazamientos y poco más, que querer hacer una investigación arqueológica, la inversión necesaria para ello es enorme.

 

En la investigación arqueológica no basta con querer hacer una intervención, para hacerla, hay que cumplir con una escrupulosa lista de documentación y requisitos que incluyen desde el proyecto en el que se especifiquen los objetivos y motivos de la intervención razonados, el permiso de los propietarios del terreno, seguro de responsabilidad civil, estudio de salud y prevención de riesgos laborales, permiso de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, Informe Preliminar, Informe Definitivo, Inventario y Depósito de materiales y otros documentos. Además, para realmente aportar algo a la comunidad científica hace falta una gran inversión económica para poder hacer secuencias palinológicas, análisis de fauna, análisis de pastas por microscopía, análisis metalográficos, análisis de carbono 14 y otros métodos de datación, en fin una batería amplia de análisis nada baratos…

 

Lo que en la práctica imposibilita el poder hacer intervenciones para ir recuperando datos históricos de los numerosos yacimientos arqueológicos existentes en nuestro municipio; si bien, es verdad que en estos últimos años el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, y la Fundación de las Canteras han ido colaborando económicamente con aportaciones que han permitido, entre otras actividades, el que pudiéramos sondear una cabaña protohistórica en la zona de Taralpe, un sondeo en la casa del Conde con la aparición de cerámica nazarí o el descubrimiento de una noria y de restos de una estructura cuadrangular turriforme en la finca El Portón, o la más reciente excavación de un sector de la necrópolis musulmana de Torrealquería… algunas de estas intervenciones han dado unos resultados espectaculares.

 

Existe además un añadido fundamental a la problemática del patrimonio arqueológico torrealhaurino y andaluz en general, y es la falta de protección eficaz del mismo, lo que en la práctica genera un expolio masivo de los yacimientos nada más darlos a conocer a la luz pública. Se da la circunstancia, a modo de ejemplo, de haber explicado a un grupo de personas el lugar donde se asienta una alquería musulmana de la Alquería de la Torre[3] y la ubicación de la maqbara nazarí en nuestra localidad, y al tiempo prácticamente ha desaparecido todo vestigio de su existencia, han arrasado literalmente la necrópolis y se han llevado todos los fragmentos óseos del terreno. ¡Todo el mundo quiere un hueso de recuerdo! Hueso que al cabo de un tiempo irá a parar a la basura por carecer de utilidad y de interés.

 

Esa línea de investigación, la arqueológica,  hay que tocarla, por tanto, con mucha cautela para no promover la destrucción. Un yacimiento estaba antes de que lo redescubriéramos nosotros o cualquier otro investigador, y seguirá estando cuando nosotros no estemos, siempre y cuando no se construya sobre él, y aun así, la mayoría de las veces quedará algo.

 

Concretando un poco esta introducción y entrando en el asunto o tema que hoy vamos a describir, es a raíz de los hallazgos realizados en el transcurso de la excavación de urgencia realizada en Taralpe[4], que fueron apoyadas por el Ayuntamiento y la Fundación de las Canteras, que se nos abrió una nueva línea de investigación que es la metalurgia y el aprovechamiento de recursos minerales de nuestro municipio, pero más concretamente en la sierra de Mijas, en la zona más cercana a esta excavación, en la zona popularmente conocida como Llano de la Plata. Acotando aún más esta información, todo se debe al hallazgo de un fragmento de escoria de mineral de hierro aparecido dentro de la cabaña excavada en Taralpe, en el corte C-1 unidad estratigráfica III, lo que obviamente indica la realización del proceso de transformación de mineral de hierro en productos manufacturados.

 

En el noveno ciclo de conferencias “Alhaurín y su Historia” presentamos los resultados de la intervención de urgencia y en otra conferencia del mismo año el doctor Santiago Ramos disertó sobre arqueología industrial centrando buena parte de su conferencia en la explicación del enclave minero del Llano de la Plata[5].

 

Es a partir de este momento cuando decidimos investigar más a fondo la utilización de recursos minero-metalúrgicos de nuestras sierras. Comenzando con una serie de salidas sistemáticas, peinando las sierras y parajes de nuestro municipio en busca de evidencias de explotaciones mineras abandonadas. Focalizamos esta fase de la investigación en dos áreas bien diferenciadas, como son, la zona aledaña al cortijo del Almendral en la Sierra de Cártama y la zona del Llano de la Plata y Cerro Horadado en la Sierra de Mijas.

 Esta línea de investigación pronto empezó a dar sus frutos, pues hemos localizado innumerables restos materiales de la industria minera de época moderna y contemporánea en ambas zonas; los resultados parciales fueron presentados en la conferencia realizada en el décimo ciclo de conferencias “Alhaurín y su Historia”, en el año 2011[6].

 

Decididos a profundizar en este tema, entendiendo que había, y hay, suficiente información para realizar una publicación más amplia, comenzamos a localizar en los archivos los datos que contrastaran las evidencias localizadas en el campo; es así, como durante buena parte del año 2012 y años sucesivos decidimos dedicar un día a la semana a la visita y recopilación de diversa información en los distintos archivos históricos que existen en la provincia de Málaga. Los archivos que hemos visitado son el Archivo Histórico Provincial de Málaga, el Archivo Municipal de Málaga y el Archivo Díaz de Escovar. Al mismo tiempo hemos utilizado todos los medios que permiten las nuevas tecnologías de la información y a través de internet hemos realizado una búsqueda intensiva de información en lugares como la Gazeta de Madrid, el Boletín Oficial del Estado, Boletín Oficial de Minas del Instituto Geológico Minero, Estadística Minera de España, Biblioteca Nacional de España…[7]

 

En la investigación, dentro de los archivos, pronto las pesquisas nos indujeron a centrarnos mucho más en el segundo de los archivos que en el primero, pues desde un primer momento teníamos claro, y seguimos teniéndolo, que si queríamos indagar en el pasado de Alhaurín de la Torre el lugar idóneo era, y es, el Archivo del Ayuntamiento de Málaga; lugar e institución del que formamos parte hasta bien entrado el siglo XIX[8]. Es por ello por lo que toda la información administrativa de interés está aquí, en este archivo y no en el Archivo Histórico Provincial.

 

Hasta el punto donde hemos llegado en este proceso de recopilación de información hemos localizado más de doscientas concesiones, permisos y explotaciones mineras en la zona de Llano de la Plata y de la Sierra de Cártama, sin que esté conclusa la investigación. Actualmente la investigación sobre la minería se encuentra aparcada, pero tenemos intención de volverla a retomar en breve, una vez terminemos esta investigación que hoy ve la luz.

 

En poco tiempo nuestras investigaciones, dentro del Archivo Municipal de Málaga, se desviaron de nuestro asunto principal hacia otros motivos históricos, pero siempre centrados en la investigación sobre Alhaurín de la Torre, nuestra indagación pronto se convirtió en un galimatías y amalgama de datos culturales de distintas épocas y diversas parcelas y momentos, cada nuevo documento que ojeábamos, nos descubría un nuevo dato, una nueva fecha, una nueva realidad histórica… Algunas, de esas informaciones localizadas, han visto la luz en internet, en un blog que hemos creado al efecto[9], otras muchas esperan su oportunidad de salir a la luz pública.

 

Examinando este archivo y sus fondos podemos encontrar distintas colecciones de documentos según su origen o su clasificación: Colección de Originales, Actas Capitulares, Libros de Interés Histórico, Biblioteca Auxiliar, Protocolo de Secretaría y Escribanía de Cabildo, Sección de Propios, Estante C…

 

Volcamos nuestro interés en la documentación o sección de Propios[10]; Alhaurín de la Torre forma parte de la municipalidad de Málaga desde 1488, año que los Reyes Católicos lo anexionan a la capital, hasta 1810, cuando José Bonaparte toma una serie de disposiciones administrativas y pasamos a ser municipio de nueva creación. De esta sección, Propios, hemos ido recuperando una ingente cantidad de datos de índole administrativo, demográfico y económico sobre nuestras tierras, que eran gestionadas como recursos “Propios” del Concejo o de la ciudad de Málaga.

 

Conforme íbamos profundizando en esta colección nos llamó la atención otra sección del archivo denominada “Estante C”, esta era una clasificación algo más confusa que, parece, se corresponde con información que ha quedado perdida o descontextualizada, documentación en la que aunamos nuestros esfuerzos buscando datos sobre Alhaurín de la Torre. 

 

En esta sección localizamos un documento que nos pareció tremendamente importante; dentro de este Estante C, dentro del Legajo 76, la carpeta 1[11].  Tras examinar y reexaminar detenidamente este texto llegamos a la conclusión, como no podía ser de otra manera, de que era parte de un libro o expediente más amplio. El documento contenido en esta carpeta se correspondía con las hojas iniciales y el índice alfabético o abecedario y por toponimia de un libro de “Compossiciones de tierras”, acabado este allá por el año 1582, por petición de su majestad Felipe II, de Málaga y de su jurisdicción, en la cual estaba Alhaurín de la Torre, apareciendo citado como Alaurinejo. Este índice se encuentra lleno de topónimos de otras poblaciones lugares y villas como Riogordo, Benalmádena, Totalán, Cártama, Comares, Yunquera, Olías, Coyn, la villa de Alhaurín y Alaurinejo o Alhaurinexo… Topónimo este que se identifica con Alhaurín de la Torre o Alhaurín el chico “lugar” de la jurisdicción de Málaga y distinto de la “villa” de Alhaurín el Grande.

 

Sin embargo, la frustración fue enorme pues no existía ninguna referencia al resto del libro que faltaba, ¡nuestra ignorancia sobre los fondos del archivo era evidente! La casualidad quiso que repasáramos, revisáramos y finalmente compráramos un libro publicado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, departamento de Archivo Municipal.

 

Este libro de Agustina Aguilar Simón, con título: “Inventario de documentos de la sección de propios, rentas, censos, arbitrios, pósitos, contribuciones y repartos del Archivo Municipal de Málaga”[12], se ha convertido en un libro de obligada referencia para cualquier estudio serio sobre cualquier aspecto que se quiera investigar en este archivo y en esta sección, pero más que el libro lo que es una auténtica fuente de saber y de sabiduría es la propia Agustina, con la cual hemos hablado en innumerables ocasiones, y la cual de una manera totalmente desinteresada guía, aconseja, busca y se saca de sus recuerdos documentos que te ayudan en la investigación especifica que estés realizando.

 

Revisando el libro anteriormente mencionado nos encontramos que en el Tomo I, página 19 nos vuelve a aparecer referencia a las “composiciones de tierras” realizadas en 1581 por Junco de Posada. Nuestro interés siguió creciendo hasta que en este mismo libro en la página 68 nos encontramos con el apartado 7. Libros de Interés histórico relacionados con la hacienda de propios. Es aquí donde localizamos referencia al Volumen 5 de esta colección que textualmente dice:

 

“LIBRO DE COMPOSICIONES DE TIERRA (VOLUMEN 5)

Fecha: 1581, abril, 10. Málaga / 1582, junio, 30. Granada.

Titulo: Libro de Composiciones de Tierra.

Descripción física: Encuadernado pasta dura y cuero. Foliado: 564 Folios. Buena conservación.

Razón del documento: El rey envía a la ciudad de Málaga al Licenciado Junco de Posada, Juez de Comisión, con la finalidad de restituir a la Corona las tierras realengas ocupadas”.

 

Tras examinar estos dos documentos juntos, Caja 1484 y Libro de Interés histórico nº 5,  coinciden en el tamaño de la letra y tipografía, en el tamaño del papel y textura, y resulta que son el mismo documento, la caja 1484 es el índice o abecedario y hojas iniciales de este documento, que por alguna razón fue desgajado y separado del mismo. Este libro según consta en la primera hoja fue restaurado y vuelto a encuadernar a finales del siglo XIX, momento en el cual se debían de encontrar juntos y no por separado siendo catalogado con posterioridad en dos documentos distintos:

 

Siendo Alcalde primero

D. LORENZO CENDRA, consejal en-

cargado del archivo D. FRAN-

CISCO MANUEL CARBONELL, y archive-

ro paleógrafo D. JOSE PONCE se

encuadernó este libro que se

encontraba en mal estado

AÑO 1870.

 

Examinado este libro, nos encontramos con abundante documentación referente a fincas y tierras de nuestro término, con referencias toponímicas, medidas, propietarios, vecinos colindantes… en definitiva un amplio cúmulo de información de nuestro Alhaurín de la Torre allá por el año 1581/1582. Pero no debemos de olvidar que lo fundamental de la misma es la composición de tierras realizadas por el Licenciado Junco de Posada, lo que realmente sería la legalización de la apropiación indebida de tierras pertenecientes a la corona (terrenos designados como realengos y baldíos) que han sido rotas y puestas en cultivo por vecinos que ahora se verán obligados a pagar una multa para poder legalizar la situación y conseguir títulos de propiedad legal.

 

                                         … salud y gracia saved que nos somos/

Ynformados que en la ciudad de granada y en las otras ciudades/

villas y lugares del dicho reino muchas personas ansi concejos como u[-]/

niversidades tienen tomadas entrados y ocupados los prados publicos/

y concejiles exidos pastos y abrevaderos sin titulo ni causa al me[-]/

nos que suficiente sea y como quiera que avemos ynviado diver[-]/[13]

 

Obedece esto más que nada, a fines recaudatorios de la corona, pues imaginaros que por estas fechas algo similar se hizo en otras provincias, del antiguo reino de Granada lo cual, a buen seguro, generó un río de maravedíes hacia la hacienda real.

 

Apoyando esta hipótesis, de ser el principal objetivo el recaudatorio, podemos leer en el propio libro de Composiciones, y en otros documentos archivísticos, lo que ordena el rey al Doctor Santiago al respecto del camino a seguir en el caso de que el denunciado no estuviese dispuesto a pagar para legalizar la situación:

 

…si los dichos conçejos y personas /

no quisieren comprar lo que an/

de restituir por la horden suso[-]/

d(ich)a abeis de procurar que lo /

compren otras personas/

poniendolo en almoneda y rre[-]/

matandolo en quien mas diere por ello…[14]

 

Un primer avance de esta investigación fue presentado en el duodécimo ciclo de conferencias Alhaurín y su historia. Celebrado en noviembre de 2013[15].

 

Llegados a este punto y antes de seguir transcribiendo los documentos,   creemos necesario dar unas pautas de transcripción de los mismos. Pese a existir congresos y coloquios específicos que estudian la forma de crear unas normas universales de transcripción de documentos[16], no hay un consenso universal al respecto. Lo que si hay son unas normas básicas, y luego cada investigador utiliza las que mejor le vienen para su investigación, y siempre han de explicarse los criterios seguidos en la transcripción de los documentos. 

 

Lo primero a destacar es que vamos a reproducir lo más fielmente posible la grafía, puntuación y pronunciación original. Cuando utilizamos transcripciones realizadas por terceros nos limitaremos a utilizar, tal cual está, el texto publicado por dicho autor.

 

El número que aparece en el ángulo superior derecho, o en la zona derecha de un texto, obedece al número de la hoja, si el mismo existe, y si lleva añadida la “v” significa parte de atrás de la hoja “vuelta”; cuando alguna palabra o partes del texto son ilegibles o han desaparecido y son indescifrables son sustituidas por indicaciones como: borrón, borrón de tinta, roto, ilegible… entre paréntesis; cuando hay una palabra en abreviatura, sí podemos rellenar la parte que le falta se hace con letras metidas entre paréntesis; la barra “/” indica cambio de línea en el texto original.

 

No se conservarán las contracciones de palabras que aparezcan, las mismas se separaran para una mejor comprensión, las letras separadas de una misma palabra se unirán también para mejorar la lectura del mismo, siempre y cuando estén en la misma línea, cuando no sea así se añadirá [-]; además, el subrayado de una línea indica última línea de una página; en negrita, en cursiva y entre paréntesis pequeñas indicaciones o aclaraciones para la comprensión general.



[1] Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Málaga. 1987-1992.

[2] A modo ejemplo: “Descripción de un núcleo romano en Alhaurín de la Torre".  Diario SUR. Málaga. 9/9/1990.

"Un nuevo asentamiento al aire libre en el "cerro de la Cueva de la Pistola, Alhaurín de la Torre (Málaga)".  Comunicación libre presentada al XXIII C.N.A., Elche 1995.  Actas del XXIII Congreso Nacional de Arqueología: Elche, 1995, Vol. 1, 1997, ISBN 84-89479-12-7, Págs. 43-50.

 “Hallado un cementerio en nuestro municipio". Fontana I. Septiembre de 1996. Alhaurín de la Torre. Málaga. Depósito Legal: MA-935-96.

 "¿Se puede recuperar nuestro pasado?". Fontana II. Octubre de 1996. Alhaurín de la Torre. Málaga. Depósito Legal: MA-935-96.

 "Impresiones acerca de Alhaurín de la Torre Musulmán: El Barrio Viejo. ¿Laulin?” (I). Fontana. IX. Mayo de 1997. Alhaurín de la Torre. Málaga. Depósito Legal: MA-935-96.

 "Impresiones acerca de Alhaurín de la Torre Musulmán: El Barrio Viejo. ¿Laulin?” (II). Fontana. IX. Junio de 1997. Alhaurín de la Torre. Málaga. Depósito Legal: MA-935-96.

 Aparecen restos materiales Neolíticos en el transcurso de una excavación arqueológica realizada en Alhaurín de la Torre”. Fontana XXVI. Octubre de 1998. Alhaurín de la Torre. Málaga. Depósito legal: MA-935-96.

Y en medios digitales puede consultarse:  http://arqueologialhaurintorre.blogspot.com.es/

 

[3] Actual Cortijo Mollina cerca de Torrealquería. Como mencionamos en el texto en el año 2015 fue necesario intervenir en el área de cementerio de este yacimiento pues las lluvias torrenciales habían puesto al descubierto restos óseos humanos.

[4] Santamaría Garcia, J. A.: “La cabaña protohistórica de Taralpe Alto. Intervención arqueológica de urgencia”. 11 de noviembre de 2010. IX Ciclo de Conferencias Alhaurín y su Historia. Centro Cultural Vicente Aleixandre. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre.

Santamaría Garcia, J. A. (2010): “La cabaña protohistórica de Taralpe. Estudio Arqueológico”. En Raíces y Horizontes, revista de cultura y arte. Número 10. Alhaurín de la Torre. Málaga.

Santamaría Garcia, J. A.: “Informe preliminar de la excavación arqueológica de urgencia realizada en el yacimiento denominado Peralta Alto, (Carretera A-404 entre PK18 Y PK19).  Alhaurín de la Torre, Málaga”. Enero de 2011. Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, Málaga.

Santamaría Garcia, J. A. (2012): “La Intervención Arqueológica en Taralpe”. Dentro de: “El creador que nos une. Pedro Pérez Hidalgo”. Catálogo de la exposición sobre Pedro Pérez Hidalgo desarrollada en la finca El Portón de Alhaurín de la Torre. Edita: CEDMA.

Santamaría Garcia, J. A. Suarez Padilla, J. Ramón Torres, J. (2012): “Taralpe Alto (Alhaurín de la Torre, Málaga): Un nuevo asentamiento de inicios de la Edad del Hierro en el entorno de la cuenca baja del río Guadalhorce”. En Diez Años de Arqueología Fenicia en la provincia de Málaga (2001-2010). Pág.: 193-206 Edita Agencia Andaluza de Instituciones Culturales. Consejería de Cultura y Deporte. Sevilla. ISBN: 978-84-9959-120-9.

[5] Santiago Ramos, A.: “Sociedad y patrimonio tecnológico en el siglo XXI”. 18 de noviembre de 2011. X Ciclo de Conferencias Alhaurín y su Historia. Centro Cultural Vicente Aleixandre. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Alhaurin de la Torre.

[6] Santamaría Garcia, J. A.:El aprovechamiento de recursos naturales en Alhaurín de la Torre. Apuntes y notas de trabajo para su investigación arqueológica. La mineria antigua”. 10 de noviembre de 2011. X Ciclo de Conferencias Alhaurín y su Historia. Centro Cultural Vicente Aleixandre. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre.

[7] Gracias a la informatización y digitalización de numerosos archivos estatales de diversas instituciones podemos consultar y realizar búsquedas en muchos de ellos que de otra manera costaría muchas horas de investigación y costosos desplazamientos, a modo de ejemplo: 

http://www.igme.es/internet/sistemas_infor/biblioteca/biblio_digital.htm

http://www.igme.es/internet/sistemas_infor/biblioteca/BuscadorRevistas/RevistaCons.asp.

http://pares.mcu.es/ParesBusquedas/servlets/Control_servlet?accion=0

https://www.bopmalaga.es/buscar.php

http://www.boe.es/buscar/,

http://www.museoartespopulares.com/archivo/prensa.php

http://bibliotecadigital.rah.es/dgbrah/i18n/consulta/busqueda.cmd ...

[8]de Molina Bautista, J. M. (2005): “Historia de Alhaurín de la Torre en la Edad Moderna, 1489-1812”.  Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. Alhaurín de la Torre, Málaga.

de Molina Bautista, J. M. (2008):” Alhaurín de la Torre durante la Guerra de la Independencia”. Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. Alhaurín de la Torre, Málaga.

[9] http://arqueologialhaurintorre.blogspot.com.es/, en la actualidad cuenta con más de 11.000 visitas  y con más de 90 entradas/artículos/noticias publicadas.

[10] Sobre este asunto en particular hemos recogido una gran cantidad de información de nuestro municipio, pudiendo a su vez desgajarse como un tema que en sí merecería investigarse por separado en un futuro.

[11] Archivo Municipal de Málaga (de aquí en adelante A.M.M.). La nomenclatura del archivo ha cambiado recientemente y ahora este documento recibe la referencia caja 1484.                                                                                             

[12] Aguilar Simón, A. (2005): “Inventario de documentos de la sección de propios, rentas, censos, arbitrios, pósitos, contribuciones y repartos del Archivo Municipal de Málaga” 2005, Málaga.

[13] A.M.M. Libro de Composiciones. Folio 5 vuelto. Archivo Municipal de Málaga.

[14] A.G.S. Cámara de Castilla CCA, DIV, 47,16. folio 96, 1559. "Instrucciones para el Doctor Santiago, Oidor de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid, en virtud de la comisión que llevaba sobre las tierras del Reino de Granada." y en el propio Libro de Composiciones.

[15] Santamaría Garcia, J. A.: “Alhaurín de la Torre en el Libro de Compossiciones del Archivo Municipal de Málaga. Año de 1581. 14 de noviembre de 2013. XII Ciclo de Conferencias Alhaurín y su Historia. Centro Cultural Vicente Aleixandre. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre.

[16] Isasi Martínez, Carmen (coord.), Ana Lobo Puga, Leyre Martín Aizpuru, Santiago Pérez Isasi, Elena Pierazzo y Paul Spence (coord.) (2014): “Guía para editar textos CHARTA según el estándar TEI: una propuesta”.


martes, 19 de diciembre de 2017

Sistema de captación y distribución de aguas andalusíes. La acequia de la Fuente Grande. Alhaurín de la Torre.

Este texto formó parte, en su día, de un trabajo más extenso que realice en el 2010, hoy hemos creído interesante extraer este pedacito y publicarlo para darle difusión.


1.- Antecedentes históricos (Introducción histórica al área).


El espacio que ocupa el municipio de Alhaurín de la Torre se encuentra enmarcado dentro de la vega baja del río Guadalhorce, el Al-Wadi I-Kabir islámico[1], lo que los cristianos de la reconquista  tuvieron a bien llamar el val de Santa María o valle de Santa María[2]. Este espacio es muy fértil agrícolamente hablando, y considerado por muchos como un autentico vergel, un retazo de paraíso en la tierra, de hecho son muchas las crónicas andalusíes y luego cristianas que redundan en esta idea. A continuación transcribimos algunos fragmentos literarios que así lo reflejan; el andalusí Ibn al-Jatib nos dice: “…sus montañas son todas almendros e higueras; su llanura alcázares y jardines. Sus terrenos cultivados dan cosechas hasta en los malos años…”[3].  Al-Wardi nos describe las inmediaciones de Málaga de la siguiente manera:”…no existe otra ciudad en el mundo que, como Málaga, se halle rodeada de un muro de dulzura tal, que los viajeros que a ella se dirigen, empleen todo un día en recorrerlo…[4]. Por su parte los cronistas de la época, pero esta vez cristianos nos lo describen como a continuación reza: “…Allende de la hermosura que le dan la mar y los edificios, representa a la vista una ymagen de mayor fermosura las muchas palmás, y cidros, y naranjos, y otros árboles y huertas que tienen en gran abundancia, dentro de la ciudad y en los arrabales, y en todo su circuyto…H. del Pulgar [5], “…A la parte donde está asentada la ciudad es un gran llano e una vega muy grande e muy fermosa, llena de huertas e árboles e viñas. Y en la sierra más cercana ay tantas viñas e arboledas e casa e torres que es cosa muy fermosa de ver…Valera D. de[6].

La relativa cercanía a Málaga capital ha sido de especial importancia en el devenir histórico de nuestro pueblo, la riqueza de esta llanura hizo que durante mucho tiempo este val de Santamaría fuera directamente controlado por la capital de la provincia como granero y principal fuente de abastecimiento de alimentos de la población de Málaga de hecho y hasta hace bien poco Alhaurín de la Torre formaba parte del término municipal de Málaga, al igual que Torremolinos, Churriana, Campanillas…

Esta cercanía con Málaga condiciona sobre manera nuestro pasado, y de hecho Alhaurín no pasa a segregarse de la municipalidad de Málaga hasta el siglo XIX, José Bonaparte, en 1810, durante la invasión francesa de España, da el estatuto de municipio a Alhaurín de la Torre[7]. Y no pasa a ser una población de cierta envergadura hasta bien entrado el siglo XX en que pasa a ser un lugar de residencia deseado por muchos malagueños que cambian su residencia a Alhaurín merced a las comunicaciones y cercanías con la capital.

Alhaurín de la Torre tiene zonas o parajes con un encanto y con un duende especial, unas veces por belleza natural, otras veces por haber sido lugar de especial importancia económica, política y otras por su importancia sentimental o de lugar de ocio y esparcimiento. Como lugar de belleza natural tenemos nuestro pico Jabalcuza con su maravillosa vista de la Hoya de Málaga, amén de otros muchos sitios: paraje de Jarapalos, sierra Llana… Como lugar de cierta importancia histórica podemos citar la Alquería de Mollina, donde se capturo al general liberal Torrijos y sus acólitos, como lugar de especial importancia económica la Calle Juan Carlos o antigua Mesones… como lugar de esparcimiento sin duda el más recordado por  los lugareños de cierta edad era el Puente del Rey en el Guadalhorce, o la zona del antiguo camino Real de Alhaurín el Grande en las inmediaciones del Alamillo… 

Un paraje singular y que reúne todos estos conceptos a la vez en un mismo lugar es el que hoy en día se denomina Los Callejones, es un lugar cercano al casco urbano, sin embargo sorprende por su quietud y serena belleza. Adentrándonos por su callejón tras pasar la fábrica de embutidos Rene desaparece el ruido, y casi logramos transportarnos a un momento indeterminado mucho tiempo atrás, no en vano nos encontramos rodeados de edificios y estructuras singulares, antiguas, agrícolas…en un estado de conservación que sin ser óptimas nos permiten hacernos una idea de lo que era la vida en el campo con sus distintos espacios y  usos.

El espacio conocido popularmente como Los Callejones se corresponde, en principio, con el trazado original de un camino de servicio que remonta cuando menos sus orígenes al dominio andalusí de las tierras malagueñas. Se correspondía a un camino que discurría paralelo a las canalizaciones o acequias de aguas que abastecía de fuerza de trabajo hidráulico a los molinos harineros, que partiendo de la fuente popularmente conocida como Fuente Grande, iría a morir en las inmediaciones del arroyo del Valle.



Durante mucho tiempo este camino ha sido una importante vía de comunicación y de acceso al casco urbano, el tema de los caminos antiguos de nuestro término municipal y de acceso al núcleo urbano no esta lo suficientemente investigado, y en la actualidad se da por hecho que el principal camino de acceso a casco antiguo de Alhaurín de la Torre se hacia por Calle Málaga, sin embargo este camino que nos ocupa ya aparece mencionado en los repartimientos de los molinos de la villa de Laolin[8]. Cobrando una especial importancia durante buena parte del siglo XX momento este en que estaba en funcionamiento la línea de tren de cercanías que unía la capital de la provincia con el pueblo de Coín, que estuvo en funcionamiento desde 1913 y hasta 1965[9]. Esta línea férrea pasaba por el lugar por donde hoy discurre la carretera comarcal Ma-404, unos metros antes de llegar a Los Callejones existía una parada o apeadero del tren de esta línea, de similares características a las existen en Menaya y en la Estación de la Alquería. Desde esta estación y siguiendo el trazado de la vía accederíamos a las inmediaciones de los callejones, auténtico punto de inicio del camino.




Fotografía nº 1.  Fragmento de fotografía aérea tomada del programa Google Earth en el que se aprecia una parte de los callejones, y en el que se ha señalado los tramos conservados en al actualidad de la acequia principal.

 Desde las inmediaciones de la hornacina del Cardón salía un camino en dirección a Alhaurín de la Torre, que desembocaría en el casco urbano en las inmediaciones de la calle Tejar confluencia con calle Ermita.

         Este camino debió de ser sin duda importante como refleja el hecho de que en su inicio se ubicara una hornacina, nicho o ermita, elemento muy típico en los caminos de Andalucía, y que unas veces se concreta en una cruz, como es el caso de Cártama, otras en una hornacina, en una capilla, en un oratorio, o llegado el caso una ermita.  En este cruce de caminos confluyen el que va a vadear el arroyo del Valle y se dirigiría a Cártama y el antiguo camino en dirección a Coín, que posteriormente fue utilizado por el ferrocarril.

Por él debieron de salir y entrar la mayoría de las mercancías y productos que llegaron y partieron de nuestro municipio o pueblo en dirección a la capital, este camino, como tal, puede ser perfectamente el que se documenta en los repartimientos y que esta íntimamente relacionado con el mantenimiento de la acequia y con los molinos.



Fotografía nº 2. Fragmento de fotografía aérea tomada del programa Google Earth. Distintos componentes que conforman el trazado de este complejo hidráulico a su paso por los callejones. La línea roja se corresponde con la acequia principal, las líneas amarillas son acequias secundarias. Los rectángulos se corresponden con molinos y los asteriscos amarillos con albercas de almacenamiento de agua para riego.

Alhaurín de la Torre se encuentra ubicada en el piedemonte de la Sierra de Míjas, esta sierra caliza es muy rica en agua, lo que origina que en nuestro término municipal existan muchos nacimientos o veneros de ese importante acuífero subterráneo, los ejemplos son innumerables y de diversa cuantía y calidad, uno de ellos es la Fuente Grande. 

Los musulmanes se asentaron durante siglos en la provincia de Málaga, al igual que en toda Andalucía,  nuestro municipio no es menos, si bien es verdad que el patrón de asentamiento en la zona es muy diseminado y con poca dispersión de yacimientos.

Esto es una pauta habitual en otras épocas antiguas en Alhaurín de la Torre, y que presuponemos debe de corresponderse con una concentración de la propiedad de la tierra en grandes latifundios, hecho contrastado al menos a partir de la reconquista, y que muy posiblemente se pudiera extrapolar a época musulmana y a época romana.

Si nos centramos en la ocupación del espacio de Al-Andalus, en época medieval, sobre todo nazarí, podemos ver que hay dos grandes enclaves o alquerías, la que se encuentra en las inmediaciones del Cortijo Mollina, y la que debe de encontrarse debajo del casco antiguo de Alhaurín de la Torre, de esta es quizás de la que más información escrita nos ha quedado, sobre todo en las actas de repartimientos que los Reyes Católicos hacen del territorio conquistado en Málaga, y que parece identifican con el pseudónimo de Laulin y otras deformaciones del mismo término, pero del que de momentos carecemos de noticias y hallazgos arqueológicos fiables, aunque tenemos varios libros publicados que nos permiten hacernos una idea de lo que debió de ser más o menos esta alquería.

Es curiosa la “Damnatio Memoriae” que sufre este investigador, pese a ser el primero que en 1997, publica y habla del barrio Viejo como alquería musulmana y cita el topónimo Laulin identificándolo con esta alquería, repito es curioso como ha sido sistemáticamente obviado por todos los historiadores e investigadores que años después investigan y publican sobre el tema. (Véase artículos publicados  en la revista La Fontana Números IX y X)[10].

Nadie discute hoy en día que debajo del Barrio Viejo se encuentran los restos de la Alquería de Laolín[11], esta sería más o menos muy parecida en cuanto a disposición y estructuras a la que existe en la actual Alquería Mollina. Se encuentra ubicada en una zona con abundancia de agua, cosa fundamental para un asentamiento y para la puesta en cultivo de los alrededores, se encuentra en una ladera de suave pendiente, aunque aquí se diferencia de la de Mollina que existía una zona de cortados o barrancos pero que  no eran de una gran envergadura, se encontraban en una zona de paso o de transito de viajeros, cosa con lo que coincide con el cortijo Mollina, al contar con una importante población asentada contaban con algún tipo de oratorio o ermita, todos los investigadores barajamos que debajo del emplazamiento de la actual iglesia parroquial se debió de encontrar dicha mezquita[12], sin embargo algunos documentos investigados por De Molina sitúan la mezquita junto a la torre almenara existente en la parte alta de la alquería. “una torre con una mezquita junto de ella”, ”dentro de la dicha torre y mezquita que esta junto de ella[13], quizás la torre que se cita en la fuente cristiana fuera en realidad los restos de un alminar o minarete, tipo de “torre o campanario”, desde donde el imán llama a la oración a los fieles, este elemento se documenta desde el siglo VIII d.C. en adelante, y es muy posible que los cristianos ignorantes del culto y tradiciones musulmanas no supieran interpretarla, en cualquier caso esta discusión solo la podrá confirmar algún día la arqueología.

Cuando los Reyes Católicos conquistan una población como norma habitual automáticamente sacralizan la mezquita u oratorio convirtiéndolo en lugar de culto católico, ya sea directamente con imágenes otras veces desamortizan el edificio y es donado mediante repartimiento, como un inmueble más al cristiano agraciado en el reparto. En definitiva triunfo de la religión del ganador sobre la religión del vencido practicada hasta en la misma mezquita de Córdoba y hasta la saciedad en ciudades mayas, incas en Hispanoamérica. En la Alquería de Mollina, Madoz sitúa una pila bautismal y una capilla dedicada a Santa Ana.[14].

Contaban con una torre alta y bastante amplia, que se encontraba normalmente en la zona más elevada dominando la alquería que guarnecía o protegía. Con una múltiple funcionalidad, de vigilancia de los ejércitos cristianos y sus internadas en territorios andalusíes tan de moda en el siglo XIV y XV, defensiva contra las razias y los ataques de estas mismas avanzadillas cristianas, y a la vez podía ser utilizada como almacén y granero y como cuartel de una pequeña guarnición, incluso como residencia de nobleza o señorío de la zona. Ambas torres formarían parte casi con toda seguridad del cinturón defensivo y de vigilancia perimetral de la ciudad de Málaga, con la que podían interconectarse a través de señales luminosas y de otra índole. Este tipo de torre, en contra de lo que pueda parecer, es muy habitual en las tierras malagueñas, sobre todo en las inmediaciones o cercanías de Málaga, baste citar algunos ejemplos representativos y bien estudiados como la Torre de Pimentel en Torremolinos, o La torre de Hurique en Alhaurín el Grande…

Contaban con una zona de vivienda, que aquí se extendería desde la torre hasta las inmediaciones de C/ Málaga, y hasta la plaza del Conde, en la alquería Mollina, estaría justo debajo de la torre y se extendería hasta los primeros bancales de pinos.



Fotografía nº 3. Detalle de un sillar sin liberar de forma rectangular de similar tamaño a los empleados en la construcción de la acequia, alrededores del cortijo La Borda. Fuente: ©Santamaría2010.

Existiría una zona industrial, que sin embargo en Alaolín es muchísimo más grande que la de el cortijo Mollina, aquí aparecen citados restos de hasta 10 molinos[15] y una serie de canalizaciones de aprovechamiento de recursos hídricos. En el Alquería Mollina existen restos de un molino, al que a buen seguro deben de ir a parar canalizaciones que conducirían aguas para su funcionamiento.

En ambos casos tenemos documentados sendos cementerios en las inmediaciones de estas zonas industriales o de extrarradio del “casco urbano musulmán”, en la Alquería Mollina, se aprecian a simple vista muchísimos restos óseos humanos diseminados en la zona baja del pinar, en las inmediaciones de Los Callejones existen referencias a tumbas encontradas al hacer los cimientos de piscinas y ahondar en el subsuelo, también aparecen restos óseos humanos en la Calle Chorrillo, y no debemos olvidar el topónimo cortijo Hueso que se encuentra en el Cerro de las Cadenas justo por encima de la antigua depuradora y de las casitas de colores o del Cordobés.

Hemos hablado previamente de la importante presencia de agua subterránea en nuestro término, hemos hablado de la gran riqueza potencial de las llanuras agrícolas de la cuenca baja del Guadalhorce, y ahora hemos de hablar de al-Andalus que es sin duda alguna el gran impulsador del máximo aprovechamiento de los espacios, y máxima optimización de nuestros campos, ellos son los que implantan las técnicas de regadío, tal y como hoy los conocemos, si bien es verdad que como tal ya se conocía y usaba en época romana; son los artífices de un uso más racional de los recursos en todos sus aspectos, así en nuestro municipio aprovechan materias primas de índole minero en diversos puntos, quedando constancia al menos en las inmediaciones de la sierra de Cártama, muy cerca del emplazamiento del cortijo Mollina, que por desgracia aun no han sido convenientemente estudiados, pero si han sido reflejados en el catálogo de yacimientos.

La roca caliza muy extendida por nuestro término municipal es muy maleable y fácil de trabajar, es por ello por lo que también ha sido un recurso convenientemente aprovechado en la antigüedad desde época romana, y a buen seguro durante toda la antigüedad, toda la edad Media, y hasta periodos relativamente recientes. Existen numerosos afloramientos de piedra en los que se pueden observar los trabajos de limpieza y sacado de sillares, siendo quizás el más amplio el que figura en la zona conocida como Cantera del Zorro, pero nos quedan magníficos ejemplos en la zona objeto de estudio.

Los andalusíes plantean la utilización de los caudales de esa agua subterránea para una optimización de los espacios agrícolas, mediante la realización de canales y acequias de distinta envergadura e importancia.

Al mismo tiempo aprovechan los desniveles existentes desde su nacimiento hasta llegar al Arroyo del Valle, para implantar una industria que se sirve de la fuerza bruta que genera esa agua. Nos estamos refiriendo a la industria de molturación y machacado del trigo y otros cereales mediante la utilización de la fuerza hidráulica en distintos habitáculos o estructuras de molino.

Un ejemplo, quizás de los mejores conservados, a nivel de Al-Andalus, es el realizado en la Fuente Grande de Alhaurín de la Torre, esta acequia hemos de documentarla como mínimo en época nazarí, de hecho los repartimientos de los Reyes Católicos ya citan este canal o acequia “se toma como eje de las mediciones el acueducto o cauz principal[16], gracias a algunas investigaciones sabemos su recorrido, sus diversos molinos harineros y muchos aspectos relevantes de sus distintas construcciones y estado, y la gran importancia que se le da por parte de los Reyes Católicos a la reparación y rápida puesta en funcionamiento de esta acequias y estructuras relacionadas para el suministro de abastos de Málaga Capital y sus poblaciones colindantes, de hecho estas estructuras son, en su mayoría dadas a personas relativamente importantes del sequito real o corte de los reyes,[17] y con la obligación de ponerlos en buen uso y funcionamiento.

No olvidemos que las tierras extrarradio de la capital sufren varias campañas de destrucción, tala y rapiña por parte de los cristianos durante el siglo XV: “En el año 1455 Enrique IV se interna en las comarcas malagueñas y destroza los alrededores de Álora y, siguiendo la corriente del Guadalhorce, se sitúa a media legua de Málaga, donde mantiene sus reales durante seis días [18], unos años después los cristianos vuelven por estos lares y hacen de las suyas: “…el 25 de abril de 1484 durante una internada en tierras andalusíes que dura 15 días se tala Alhaurín, Churriana y Pupiana, llegando las huestes a la orilla del mar...”[19]. Finalmente el desenlace definitivo para Alhaurín de la Torre y todo el bajo Guadalhorce llegará en la primavera del año 1485:El 28 de Abril de 1485 Cártama se rinde esta caída determina la caída de todo el valle de Cártama. [20]

Todas estas campañas o internadas en territorio andalusí bien pudieran haber originado un abandono de estas alquerías, y en general del territorio, concentrándose la población de estas alquerías en Málaga capital, hasta su captura por los Reyes Católicos.

Una vez conquistado el terreno a los nazaríes los Reyes Católicos asignan a unos personajes públicos, escribanos, el repartimiento de los terrenos conquistado en la “Cora de Rayya[21] y la propia “madinat Malaqa[22]. Los terrenos de Alhaurín de la Torre, y en general todo el bajo Guadalhorce son adscritos a la municipalidad de Málaga y son repartidos dentro del mismo momento y a las mismas personas. Estos mismos repartimientos citan un camino que discurre paralelo a la acequia, que estudiamos, con la obligación de no invadirlo ninguna construcción y ha de ser conservado en buen uso, este camino es si lugar a duda el que se ha conservado en parte en la zona de los callejones…”Camino Real del callejón de las Huertas”. [23]

El cauz principal que saliendo de la Fuente Grande lleva el agua a los molinos, queda realengo para uso común, así como un camino de servicio de medio estadal de ancho desde el nacimiento hasta la parte por donde entra en el río Guadalquivirejo, ordenándose que nadie lo estorbe ni ocupe con árboles, heredamientos, ni con otra cosa alguna[24].

         Antes de entrar en materia, creemos conveniente delimitar el área objeto de estudio para una fácil comprensión del mismo, entendemos por Los callejones a todo el conjunto de terreno que se encuentra a ambos lados de la antigua canalización o acequia de riego de la Fuente Grande, a su paso por la parte baja del casco urbano, de modo totalmente artificioso lo delimitamos con la carretera  comarcal Ma-9001 y el actual polvero de Menjibar, continua este espacio hasta la antigua venta del Santo Cristo cruzaría la carretera A-404, y continuaría descendiendo hasta llegar al Arroyo del Valle, donde concluimos el espacio de investigación. 

Esta delimitación se corresponde realmente al teórico recorrido de la acequia objeto de la investigación y a los distintos ítems, constructivos, que son estudiados tras estas líneas.

Los restos que a continuación van a ser estudiados y descritos van a ser ordenados por orden cronológico, empezando por los más antiguos y terminando por los más modernos.



[1] Wadi I-Kabir, Al-Wadi I-Kabir, Al-Wadi I-Kabir bi-Malaqa, Nahr al-Kabir, Guadalquivirejo… distintos nombres para una misma realidad: río Guadalhorce.
[2] Véase López de Coca y Castañer, J.E.  “Las Tierras de Málaga a fines del siglo XV”.
[3] Calero Secall, Mª Isabel:Málaga, ciudad de Al-Andalus”. Editorial Librería Ágora. Málaga, 1985. Pág. 445.
[4] Calero Secall, Mª Isabel: “Málaga, ciudad de Al-Andalus”. Editorial Librería Ágora. Málaga, 1985. Pág. 445.
[5] Pulgar, H. del: “Crónica  de los Reyes Católicos” Vol. II Guerra de Granada. ed. y est. J. de M. Carriazo Colección de crónicas españolas nº VI Madrid 1943. Pág. 284.
[6] Valera, D. de: “Crónica de los Reyes Católicos”. Ed. J.M. Carriazo, Madrid 1927. Pág. 446.
[7] Esta información ha sido documentada por José Manuel de Molina. “Historia de Alhaurin de la Torre en la Edad Moderna. 1489-1812. Pág. 223
[8] Baquero Luque, José: “Alhaurín de la Torre en los siglos XVI y XVII”. Pág. 48.
[9] San Millán y Gallarín, Carlos.: “Apuntes para la historia del tren de Alhaurín de la Torre”. En “Alhaurín y su Historia. Actas del ciclo de Conferencias V, VI y VII. 2006-2008”. Edita Excelentísimo Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. Málaga, 2009.
[10]Santamaría García, José Antonio: "Impresiones acerca de Alhaurín de la Torre Musulmán: El Barrio Viejo. ¿Laulin?” (I). Fontana. IX. Mayo de 1997. Alhaurín de la Torre. Málaga. Y Santamaría García, José Antonio: "Impresiones acerca de Alhaurín de la Torre Musulmán: El Barrio Viejo. ¿Laulin?” (II). Fontana. IX. Junio de 1997. Alhaurín de la Torre. Málaga.
[11]Esta alquería sale indistintamente nombrada como laolín, laulín, Alaolin, alaulín, Alhaolin, alhaulin, en los repartimientos de Málaga capital donde queda adscrito nuestro municipio. Véase los repartimientos publicado por Francisco Bejarano Robles, entre otros. Bejarano Robles, Francisco.: “Los Repartimientos de Málaga”. Tomo I y II. Edita Universidad de Málaga, Málaga 1985.
[12] López Mestanza, Manuel.: Articulo. Alhaurín y su Historia. Actas del ciclo de Conferencias I y II. Pág. 48. Edita Excelentísimo Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. Málaga 2005.
[13] De Molina, José Manuel, Historia de Alhaurin de la Torre en la Edad Moderna. 1489-1812. Pág. 47.
[14] Madoz, Pascual: “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar”. Volumen  I. Pág. 598 y 599, Madrid 1845.
[15] Baquero Luque, José: artículo en  Alhaurin y su Historia. Actas del ciclo de Conferencias I y II 2002-2003. Edita Excelentísimo Ayuntamiento de Alhaurin de la Torre. Málaga, 2005. Pág. 24.
[16] Baquero Luque, José: “Alhaurín de la Torre en los siglos XVI y XVII”. Pág. 41.
[17] Juan del Castillo regidor. Juan de Villalobos, regidor perpetuo de Málaga. Gonzalo Rodríguez de Araujo, alférez mayor de Málaga. Rodrigo de Alcazar escribano público y de los Repartimientos. Diego de Santisteban, regidor de Málaga. Juan Garrote, escribano del cabildo de Málaga. Diego Muñoz de Loaysa, comendador de Valdepeñas de la orden de Calatrava. Toribio de la Vega cocinero mayor de la reina…
[18] García Maldonado, Andrés.:”El reino nazarí y Málaga. En pos de un nuevo reencuentro”.  Edita Área de cultura de la Excelentísima Diputación Provincial. Málaga. 1985 Pág. 40.
[19] Véase nota 11 Pág. 72.
[20] Véase nota 11.Pág. 72.
[21] Cora era el nombre de la división administrativa provincial dentro de Al-Andalus, y la Cora de Rayya se correspondería, grosso modo, más o menos con la provincia de Málaga.
[22] Madinat equivale a ciudad y Malaqa sería Málaga.
[23] Baquero Luque, José: “Alhaurín de la Torre en los siglos XVI y XVII”. Pág. 66.
[24] Véase nota anterior pagina 48.