jueves, 4 de mayo de 2017

Excavación arqueológica de urgencia en la necrópolis del Cortijo Mollina. Alhaurín de la Torre, 2015.


Con el fin de divulgar los hallazgos de esta excavación os pongo aquí el resumen que emitimos de la excavación para su publicación en el Anuario Arqueológico de Andalucía del 2015.





RESUMEN DE RESULTADOS SOBRE LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA DE URGENCIAS EN “CORTIJO MOLLINA”. ALHAURIN DE LA TORRE (MALAGA)

                                     JOSÉ ANTONIO SANTAMARÍA GARCÍA.


RESUMEN

La actividad arqueológica de urgencia llevada a cabo nos ha permitido documentar parte de la maqbara del asentamiento rural bajomedieval de La Alquería de la Torre, actual Cortijo Mollina, ubicado en el término municipal de Alhaurín de la Torre.


SUMMARY

The Emergency archaeological activity undertaken has allowed us to document part of the maqbara of late medieval rural settlement of the Alquería de la Torre, current Mollina Cortijo located in the town of Alhaurin de la Torre.

UBICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

El yacimiento que nos ocupa, se ubica en las primeras estribaciones de la Sierra de Cártama en la vertiente que cae en Alhaurín de la Torre; el emplazamiento de dicha alquería es tremendamente estratégico, pues se encuentra controlando una vía de comunicación que une el área del Valle del Guadalhorce con esta área agropecuaria secundaria que es el Valle del Arroyo del Valle, conocido antiguamente como Val de Santa María.

En el inicio de esta camino que atraviesa la Sierra de Mijas está esta Alquería y su torre defensiva, en el otro extremo está el castillo de Cártama y su villa, importante bastión nazarí. 


El yacimiento se encuentra ubicado en una pendiente que baja suavemente hacia el Arroyo del Valle, y se encuentra muy vapuleado por la acción del hombre y de las condiciones climáticas, este yacimiento no queda despoblado tras la reconquista cristiana, sino que va a ser colonizado y repoblado varias veces, lo cual ha generado una auténtica amalgama de estructuras de diversas épocas.

El área de dispersión de los restos es muy amplia, y actualmente se observan restos culturales de diversos periodos cronológicos distintos, algunos fragmentos de cerámicas campanienses y terra sigillata Itálica apuntan a una ocupación republicana anterior a nuestra era.

El yacimiento se encuentra incluido en el Catálogo de Yacimientos del término municipal de Alhaurín de la Torre, con la signatura 29/007/26; y como tal goza de un perímetro de protección (1)

El yacimiento se encuentra compartimentado por varios caminos modernos que nos han dejado al descubierto distintos sectores y diversas secciones del yacimiento, destacando el área de necrópolis o cementerio del mismo. Área muy afectada por procesos erosivos motivados por las fuertes lluvias del año 2015, que dejaron al descubierto diversos restos esqueléticos humanos.

Informado a la Delegación de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre sobre los hallazgos y su naturaleza se decidió destinar una pequeña partida presupuestaria para intervenir sobre los restos sacados a la luz. En tal sentido se procedió a solicitar Intervención Arqueológica de Urgencia a la Delegación Provincial intervención. Los trabajos se inician el día 10 de septiembre de 2015. 



 Lámina 1. Fragmento de fotografía aérea marcando el área de concentración de hallazgos.

METODOLOGÍA

La primera fase de la intervención consistió en la limpieza, acondicionamiento y retirada de vegetación a nivel superficial, para posteriormente marcar y situar las zanjas donde se realizará el vaciado controlado mediante la excavación por medios manuales.

Una vez detectado los emplazamientos más idóneos para excavar se procedió a la realización de cortes o zanjas cuyo fin consistió en la excavación de las sepulturas detectadas, no creímos necesario intervenir sobre todo el terraplén, que tiene una extensión de más de 50 metros, sino en los puntos donde la fase inicial detectó indicios de inhumaciones.

Tras la documentación gráfica del nivel inicial mediante fotografía y dibujo de planta y tomas de medidas de profundidad mediante coordenadas UTM Se procedió a iniciar la excavación por medios manuales, procediéndose en todo momento a la excavación mediante el levantamiento de capas más o menos uniformes en toda la superficie longitudinal de los cortes, prestando especial atención a cualquier resto arqueológico y estructuras que pudieran estar soterradas.

Una vez excavadas las inhumaciones, fotografiadas y dibujadas en planta se comenzó a extraer los restos y posteriormente se enterraron los cortes de cada inhumación, dejando el terraplén lo más parecido a su estado original, pero solventada la urgencia que motiva la intervención.

Como primer paso a los sondeos propiamente dicho realizamos un peinado minucioso del terraplén con el fin de establecer las evidencias o indicios existentes y su posición para posteriormente incidir mediante excavación en los más prometedores.
Tras examinar y limpiar el terraplén documentamos un total de trece puntos de interés de diferente naturaleza, que finalmente generaron la realización de dos cortes o sondeos arqueológicos.
 

Lámina 2. Fotografía del detalle del indicio nº 3 en el que se observa los restos de una bóveda craneal.


Corte 1

Inicialmente se plantea el sondeo alrededor del cráneo, indicio 3, con unas dimensiones de 2 metros de largo por 1 metro de ancho, poniéndose paralelo a la cuneta del camino. La disposición del complejo funerario 1 obliga a ampliar el sondeo hacia el suroeste con el fin de poder excavar al completo esta inhumación, se añade un área de 1,20 metros por 1,20 metros. El hallazgo de un cúbito y un radio y de varias falanges nos obliga a una segunda ampliación para documentar este nuevo complejo funerario que será el número 2, Se amplía en el sector norte del corte una franja de 1 metro por 2,20 metros.

Las coordenadas UTM finales de sus vértices son:

Vértice 1. X= 39,356479.0042, Y= 4061547.0671, Z= 180.2957 m.s.n.m.
Vértice 2. X= 40,356480.0198, Y= 4061546.0151, Z= 180.0651 m.s.n.m.
Vértice 3. X= 41,356479.1460, Y= 4061545.1478, Z= 179.9104 m.s.n.m.
Vértice 4. X= 42,356479.9131, Y= 4061544.3320, Z= 179.7475 m.s.n.m.
Vértice 5. X= 43,356479.1294, Y= 4061543.7170, Z= 179.3078 m.s.n.m.
Vértice 6. X= 44,356477.4556, Y= 4061545.4408, Z= 179.6961 m.s.n.m. 
 
 Plano1 Planimetría de C-1, nivel de enterramientos.


Corte 2

Se plantea un área de intervención que acapara dentro los indicios número 8, esqueleto seccionado a la altura del tórax; y el indicio 9, que se corresponde con una bóveda craneal rota. Las dimensiones de este sondeo son 4,00 metros en paralelo a la cuneta y un ancho de 2,50 m. La distancia entre C-2 y C-1 es de 23,95 metros y la diferencia de cota es de 3,58 metros. Siendo C-2 el sondeo que está en la parte más alta del terraplén o loma. La aparición de restos de un túmulo de piedras, que se adentran en el perfil, obligan a retranquear el mismo hacia el norte 0,40 metros para poder excavar dicho túmulo, U.E.18, que posteriormente se definirá como la cubierta del Complejo funerario nº 6.


Las coordenadas finales de UTM de sus vértices son:

Vértice 1 X= 356460.2423, Y= 4061567.4452, Z= 184.6552 m.s.n.m.
Vértice 2 X= 356462.9072, Y= 4061564.5450, Z= 183.8353 m.s.n.m.
Vértice 3 X= 356461.0358, Y= 4061562.8941, Z= 183.2715 m.s.n.m.
Vértice 4 X= 356458.4395, Y= 4061565.8199, Z= 183.8837 m.s.n.m.

Con posterioridad se hace la pequeña ampliación para excavar la cubierta y el complejo funerario 6.

Vértice 5 X= 356458.5254, Y= 4061566.4264, Z= 184.1631 m.s.n.m.
Vértice 6 X= 356459.4870, Y= 4061567.3406, Z= 184.5464 m.s.n.m. 
 Plano 2 Planimetria de C-2, nivel de enterramientos.


Los resultados de la intervención se traducen en la excavación de 6 tumbas, aunque realmente C.F.3 habría que considerarlo como resto aislado o descontextualizado si bien originalmente fue una tumba.


De las seis inhumaciones cinco presentan enterramientos en fosa simple; y un caso que no hemos podido documentar que es C.F.3, de ellos tres presentan fosa simple con el añadido de cubiertas con piedras y lajas de piedra, conformando un “tejado” en pendiente a una sola agua.

Curiosamente las fosas simples se documentan en el sondeo C-1 y las tumbas más elaboradas, fosa simple con cubierta de piedras, se documentan en el sondeo C-2 que se encuentra más cerca del propio asentamiento, pudiendo corresponderse quizás con la importancia de las personas enterradas y su lugar privilegiado en cementerio o ser de momentos ligeramente distintos.

Los individuos se encuentran enterrados en posturas claramente islámicas, siendo la predominante decúbito lateral derecho en tres casos: C.F.1, C.F.2 y C.F.4. Los cuerpos se encuentran depositados decúbito lateral con la cabeza también sobre el lado derecho, orientada hacia La Meca, en este caso es Sur-este, que coincide con la Sierra de Mijas.; las extremidades superiores se encuentran anexadas a la caja torácica con una ligerísima inflexión o ángulo de codo y ambas manos unidas a la altura del pubis. Las extremidades inferiores se encuentran depositadas también con una ligera flexión de rodillas y una sobre otra, la descomposición del material blando del cadáver origina ligeras variantes en esta postura, encontrándonos tibias y peronés en ángulos divergentes y en posición paralelas. 

Lámina 3. Fotografía de C.F.5, se observa la postura decúbito prono del individuo.

El material arqueológico recuperado, en niveles posteriores de los propiamente de enterramientos, nos revelan para el sondeo C-1, Unidad Estratigráfica 2, un conjunto cerámico que define una ocupación doméstica en las cercanías del campo santo de época bajo medieval, que podríamos encuadrar en momentos nazaríes.

El material recuperado en el Corte 2, en la Unidad Estratigráfica 9 es muy parecido al recuperado en U.E.2, con la salvedad de que es mucho más abundante, y al horizonte cultural nazarí habría que añadir otros materiales que apuntan a una ocupación del área próxima en época contemporánea.

En los dos cortes parece quedar bastante claro que los niveles de enterramientos son cubiertos o amortizados por capas de derrubios en el que se mezcla material islámico nazarí y en C-2 contemporáneo.

Ninguno de los enterramientos presenta ajuar, aunque si es verdad que asociados a los mismos y en sus fosas aparecen algunos fragmentos cerámicos siendo la mayoría fragmentos de uso doméstico de cocina y de clara cronología andalusí, son elementos de uso cotidiano que suelen tener una clara pervivencia temporal, con una amplia horquilla cronológica, por lo que genéricamente sólo podemos decir que son islámicos y que han sido aportadas accidentalmente al ser rellenadas las tumbas.

Las tumbas con cubiertas en ligera pendiente de lajas de piedra tampoco son una excepción en este tipo de ritual y se encuentran perfectamente documentadas en otras excavaciones como las realizadas en Yabal Faruh, de Málaga, en concreto Peral las cataloga como del tipo C, situando este tipo en una cronología del siglo XIII y XIV. La poca ocupación del área excavada, se han excavado linealmente 4 metros de C-2 más 3 metros de C-1 nos da como resultado un uso poco intensivo del espacio, cosa lógica pues en una alquería rural sobra espacio y por tanto los muertos y sus tumbas no tiene por qué estar hacinados. Si parece intuirse, pese a lo poco exhumado, que los muertos parecen estar depositados siguiendo algún tipo de alineación, lo que podría corresponderse con algún tipo de urbanización del espacio a modo de parcelas o viales, cosa además lógica pues sabemos que los cementerios islámicos se suelen poner fuera de los recintos urbanos o domésticos y al lado de los caminos.



Estudio Antropológico (2)



El estado de preservación de los restos óseos es muy precario por la acción de las propiedades físico-químicas del sustrato, que ha descalcificado los huesos, haciéndose éstos muy frágiles y quebradizos. A ello ha contribuido también la actividad de las raíces, complicando las labores del análisis en laboratorio, estas han penetrado por orificios craneales naturales o los debidos a traumatismos o al propio proceso tafonómico, también agujeros nutricios en el caso de los huesos largos, de forma que, según han ido tomando volumen, los ha fracturado longitudinalmente. Todas las circunstancias aquí reseñadas han contribuido a la imposibilidad de distinguir con facilidad inserciones musculares y patologías presentes en los huesos



CF-1.-

Individuo de constitución grácil, de sexo femenino y con una edad de muerte por encima de los cincuenta años. El esqueleto aparece anatómicamente bien representado, en particular por los huesos largos, aunque incompletos, no apareciendo restos representativos de la pelvis ni de algunos otros por efecto de agentes tafonómicos.

CF-2.-

Individuo de constitución grácil, de sexo masculino y con una edad de muerte entre los 20 y 25 años, extraíble a partir del estado de la dentición. Las tibias, de diáfisis estrecha, evidencian un sobreesfuerzo de las extremidades inferiores.

CF-3.-

Se conservan únicamente dos fragmentos de un mismo hueso, presentando el aspecto de diáfisis humeral de un individuo que habría superado la primera infancia.

CF-4.-

Esqueleto de constitución grácil, ausente de cráneo, de sexo femenino determinado por la morfología pélvica, y de una edad por encima de los 20 años, en función de la fusión de la epífisis de la cabeza femoral. La porción superior del fémur muestra hiperplatimería, lo que implica fuerte desarrollo muscular en ese sector de la pierna.

CF-5.-

Individuo de osamenta grácil, de sexo femenino, y una edad biológica por encima de los 40 años. Se conservan tres piezas vertebrales correspondientes a las primeras cervicales, sin mostrar signo degenerativo alguno. El desgaste de la dentición y su contraste entre las piezas anteriores, en grado severo en ambas arcadas, y lo variable de las posteriores indica que, con gran probabilidad las primeras, incluyendo los primeros premolares superiores, pudieron haber sido empleados como utensilio para el procesado de cualquier tipo de objeto, para lo que se hacía preciso el roce continuo con la materia prima. Por otro lado se hace evidente la presencia de microdoncia en el caso del tercer molar superior izquierdo. En el cúbito examinado se detecta cierta elevación del borde interóseo, circunstancia relacionada con movimientos de prono-supinación, transporte de peso e incluso labores como el ordeño (Estévez, M.C., 2004).

CF-6.-

Individuo infantil de entre 6 y 8 años, alofiso. La fragilidad del hueso ha impedido la toma de información osteométrica. 

 Lámina 4. Cráneo del individuo C.F.2. mostrando la dentición de la derecha completa.


El estudio antropológico se realiza sobre un grupo de seis individuos, de los cuales uno es adjudicado al sexo masculino, tres al femenino, uno indeterminado y un alofiso (individuo en el que, en razón de su edad no puede establecerse su adscripción sexual). El conjunto poblacional manifiesta un esqueleto grácil, sin marcadas inserciones musculares pues si bien puede tratarse de un hecho casual también el esqueleto masculino ha mostrado una osamenta grácil (CF-2). Sin embargo el CF-1 y el CF-5 han presentado platimería y el CF-4 hiperplatimería, lo que físicamente implica un aplastamiento diafisario anteroposterior subtrocantéreo del fémur como resultado de un desarrollo de la porción superior del músculo crural por esfuerzos físicos continuados, no obstante hay autores (GUERRERO y RIVAS, 1993, citando a BUXTON, 1938) que adjudican los aplanamientos diafisarios, en particular el citado, a situaciones carenciales y de déficit alimentario. En el caso del CF-2 el índice cnémico resultante de la tibia es de platicnemia, aplastamiento diafisario transversal citado, que se identifica con un esfuerzo físico de las piernas, circunstancia avalada por la marcada inserción del músculo sóleo, en el tercio superior de la cara posterior tibial, caso que se asocia al único individuo masculino. En los tres húmeros conservados, de CF-1, CF-2 y CF-5, el índice diafisario muestra una clara euribraquia, diáfisis de sección redondeada que manifiesta escaso desarrollo físico en relación con un escaso estrés biomecánico.


Respecto a la dentición, de los cuatro cráneos examinados, CF1, CF-2, CF-5 y CF-6, los maxilares de dos de ellos muestran gran destrucción de sus piezas dentales, tanto por desgaste como por su caída ante mortem, o desaparición de la corona por efecto de la caries. En el caso del desgaste que se aprecia en dos de los individuos, CF-1 y CF-5, éste es originado por una patente abrasión, con una incidencia en grado severo por el uso de las piezas anteriores como herramientas vinculadas a algún oficio que implicaba el limado de la corona hasta más de su mitad, producida por un material abrasivo, sean fibras vegetales, pieles o cualquier otro objeto, en ambos tal circunstancia se ha manifestado en individuos de sexo femenino. Resulta curioso significar la presencia del desgaste observado en uno de los incisivos centrales superiores deciduales acompañado de pequeñas roturas en ambos, en el caso del individuo infantil, si bien resulta aventurado extraer hipótesis de tal circunstancia.


Por último, entre la muy escasa representación de la población estudiada se concluye que no primaba la fuerza muscular en brazos ni tampoco en las extremidades inferiores, pues a pesar de la hiperplatimería evidenciada en el individuo femenino CF-4, no muestra inserciones musculares especialmente fuertes.



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Notas al pie:

(1)Santamaría García, J. A.: "Actualización del inventario de yacimientos arqueológicos del término municiapal de Alhaurín de la Torre, Málaga”. Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga. 1998.

(2) El estudio antropológico ha sido realizado por D. Alfonso Palomo Laburu.

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